El objetivo de Josep Guardiola y el Manchester City está cada vez más cerca de lograrlo. El capricho favorito del jeque, ese por el que tanta plata gastó desde hace más de una década está a solo un partido de cumplirse. La final de Estambul está definida tras la goleada 4-0.
Real Madrid no fue capaz de hacer una proeza como las que acostumbra. El entorno fue mágico en el Etihad, pero para el Manchester City, que en el primer tiempo fue dueño de la pelota y marcó dos goles, obra de Bernardo Silva, que pusieron contra las cuerdas a los españoles. En el complemento, un autogol de Eder Militao sentenció las cosas en favor de los locales.
El gran mérito de Pep Guardiola fue no renunciar a su esencia cuando todos aseguraban que el Real Madrid estaría sin problema en la última ronda. Mejor todavía fue adaptarse cuando tuvo que hacerlo para poder liquidar.
Bernardo Silva hizo el primero de la noche a los 23 minutos y sentenció su doblete 14 minutos después. Es así que en la recta final del primer tiempo, el City mantuvo el dominio.
Donde hubo un cambio de estrategia fue en el complemento. Los skyblues no suelen soltar la redonda ni aunque goleen a su rival. Lo hicieron ante el Real Madrid, claro, eso no quiere decir que se tiraran atrás. Solo soltaron la pelota para dejar jugar y buscar el espacio.
Real Madrid ni tuvo sensaciones de peligro. Karim Benzema jugó demasiado atrás y Vinicius estuvo totalmente borrado.
Cuando el Real Madrid más intentaba, aunque con sus complicaciones, cayó el autogol de Eder Militao. El centro, desde un tiro libre, buscaba la testa de Akanji, pero acabó en el muslo del brasileño y la redonda meció la red.
En el ocaso del juego, Manchester City sentenció el partido con una diana más de Julián Álvarez. Humillación contra el Real Madrid.
El partido final será ante el Inter de Milán el próximo 10 de junio en Estambul, Turquía. Los Skyblues buscan su primera Champions League.