Los ministros de Relaciones Exteriores del grupo BRICS reafirmaron este jueves la ambición del bloque de rivalizar con las potencias occidentales, pero sus conversaciones en Sudáfrica se vieron ensombrecidas por preguntas sobre si el presidente de Rusia sería arrestado si acude a una cumbre en agosto.
La ministra de Relaciones Exteriores de Sudáfrica, Naledi Pandor, dijo que su país estaba considerando opciones si Vladimir Putin, sujeto a una orden de arresto por crímenes de guerra emitida por la Corte Penal Internacional (CPI), asiste a la cumbre de los BRICS programada en Johannesburgo.
Como miembro de la CPI, en teoría se requeriría que Sudáfrica arreste a Putin, y Pandor fue bombardeada con preguntas al respecto cuando llegó para una primera ronda de conversaciones con representantes de Brasil, Rusia, India y China.
“Nuestro Gobierno está analizando actualmente cuáles son las opciones legales con respecto a este asunto”, dijo la funcionaria a periodistas.
“La respuesta es que el presidente (Cyril Ramaphosa) indicará cuál es la posición final de Sudáfrica. Tal como están las cosas, se envió una invitación a todos los jefes de Estado (de los BRICS)”, sostuvo Pandor.
Putin no ha confirmado sus planes y el Kremlin solo dijo que Rusia participaría al “nivel adecuado”.
La CPI acusó a Putin en marzo de crímenes de guerra por la deportación forzada de niños del territorio ocupado por Rusia en Ucrania. Moscú niega las acusaciones y Sudáfrica emitió la invitación al mandatario ruso en enero.
En declaraciones públicas de apertura antes de sus conversaciones privadas, los ministros de Relaciones Exteriores de Brasil, Rusia, India y Sudáfrica y un viceministro de China hablaron en términos similares sobre la aspiración de su bloque de brindar liderazgo en un mundo multipolar.
El ministro indio Subrahmanyam Jaishankar habló de la concentración del poder económico que, según dijo, “deja a demasiadas naciones a merced de muy pocas”, y sobre la necesidad de modificar la toma de decisiones a nivel mundial, incluido el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
El BRICS, que en el pasado era considerada una asociación laxa y en gran medida simbólica de economías emergentes dispares, ha adoptado en los últimos años una forma más definida, impulsada inicialmente por Pekín y, desde el inicio de la guerra de Ucrania en febrero de 2022, con el ímpetu de Moscú.
En medio de la creciente polarización geopolítica derivada de la guerra en Ucrania, los líderes del BRICS han dicho que están abiertos a admitir nuevos miembros, incluidos países productores de petróleo.
Venezuela, Argentina, Irán, Argelia, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos forman parte de una lista de países que han solicitado formalmente su adhesión o han manifestado su interés, según fuentes oficiales.