El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, declaró este martes en Ottawa que “las cosas están empezando a mejorar en muchos lugares” aunque todavía decenas de miles de personas siguen evacuadas sin poder regresar a sus comunidades por la amenaza de las llamas.
A pesar de la mejora experimentada en las últimas horas, el ministro de Emergencias de Canadá, Bill Blair, dijo que este año está siendo el peor en incendios forestales de todo el siglo XXI, con más de 47.000 kilómetros cuadrados de bosque consumidos por el fuego.
En Quebec, donde el miércoles está previsto que lleguen 140 bomberos forestales de Portugal y 97 de España, el ministro de Seguridad Pública provincial, François Bonnardel, apuntó que la lluvia que ha empezado a caer en la provincia proporcionará un respiro durante los próximos días.
El contingente de la península ibérica se unirá a los casi 4.800 bomberos de países tan distantes como Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda y Francia que ya se encuentran en Canadá ayudando a los equipos locales. Y en los próximos días se espera que lleguen refuerzos de Costa Rica y Chile.
En Quebec, cuyos incendios generaron el humo que cubrió la semana pasada grandes áreas de la costa este de Estados Unidos, siguen activos 123 incendios.
En el oeste del país, los equipos de lucha contraincendios también confían que la lluvia ayude a contener las llamas, aunque en estos momentos su mayor preocupación son fuertes rachas de viento que pueden avivar los incendios.
En Columbia Británica, en la costa del Pacífico, un incendio en la región de Donnie Creek se ha convertido en el segundo en la historia de la provincia y ya ha consumido 4.660 kilómetros cuadrados de bosque y vegetación.
Científicos consultados por Efe han señalado que el número excepcional de incendios que sufre este año Canadá, así como su mayor tamaño e intensidad, es fruto directo del cambio climático que está provocando el adelanto de la primavera, el aumento de las temperaturas y una mayor sequedad de la vegetación.