El ex presidente estadounidense Donald Trump endureció este sábado sus críticas hacia Joe Biden y lo acusó de corrupción, sin aportar pruebas, en un intento de mantenerse a la cabeza en la carrera por ser elegido como candidato republicano a la Presidencia, dos semanas después de ser imputado por los documentos clasificados hallados en su mansión.
En un discurso pronunciado en la capital estadounidense durante una gala dispuesta por una organización de cristianos evangélicos, Trump acusó de forma infundada a Biden y a su hijo Hunter Biden de mantener presuntos negocios turbios con China, entre otras cosas.
El ex mandatario hizo referencia al hijo del presidente, en la semana en la que ha sido imputado por posesión ilegal de un arma y por presentar y pagar tarde sus declaraciones de impuestos en 2017 y 2018.
El ex presidente republicano (2017-2021) volvió a insistir en su visión de que el Gobierno de Biden está llevando a cabo una “cacería de brujas” en su contra con procesos judiciales que pretenden “interferir” en las elecciones presidenciales que se celebrarán el año que viene.
“Ha armado a las fuerzas del orden público para interferir en las elecciones” y este es “el mayor abuso de poder” en la historia del país, afirmó Trump, repitiendo los argumentos que suele emplear para defenderse.
Aunque ya ha expresado diariamente sus opiniones a través de las redes sociales en las últimas semanas, este ha sido uno de los primeros actos públicos desde que el pasado 12 de junio compareciera en el tribunal federal de Miami, donde fue fichado y procesado por 37 cargos presentados en su contra por el caso de los documentos secretos hallados en su casa de Florida durante un allanamiento del FBI en 2022.
Pero según un sondeo publicado por la CNN esta semana, Trump ha bajado ocho puntos: el 47% de los republicanos y los votantes registrados de tendencia republicana dicen que Trump es su primera opción para la nominación presidencial del partido, frente al 53 % de las misma encuesta en mayo.
En un discurso de una hora y media, no pudieron faltar las referencias al aborto, erigiéndose como “el presidente más provida en la historia del país” y celebrando la decisión del Tribunal Supremo -a manos de una mayoría de jueces conservadores apuntalada por él mismo- de hace justo un año, cuando se tumbó la sentencia Roe contra Wade que protegía el derecho al aborto a nivel federal.
Y, consciente del público al que se dirigía, también hubo referencias a las políticas llevadas a cabo por Biden para defender los derechos de colectivos como la comunidad LGTBI.
Tampoco faltaron dos de sus temas favoritos: China y la inmigración. Gracias a las políticas de “fronteras abiertas” de Biden, dijo, el país se ha llenado de “personas que vienen de prisiones e instituciones psiquiátricas”.