El líder de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, admitió hoy por primera vez que varias unidades militares rusas penetraron en Ucrania desde territorio bielorruso en el marco de la actual campaña militar.
“Sí, algunas unidades (del Ejército ruso) cruzaron la frontera de Ucrania”, afirmó en una entrevista con la exiliada periodista ucraniana Diana Pánchenko, antigua presentadora del canal prorruso NewsOne, clausurado por Kiev, publicada en YouTube.
Hasta el momento, Bielorrusia, el aliado más cercano de Rusia en su campaña contra Ucrania, jamás había admitido públicamente haber permitido a Moscú usar su territorio para atacar el país vecino.
Lukashenko instó a la periodista a preguntarle al presidente de Ucrania, Volodímir Zelensky, “por qué las tropas rusas cruzaron la frontera entre Bielorrusia y Ucrania por la región de Chernóbil”.
“Nosotros, rusos y bielorrusos, llevábamos a cabo maniobras militares, en enero y febrero, maniobras comunes, planificadas (…). Cuando concluyeron los ejercicios, Rusia comenzó a retirar sus tropas, las unidades de los distritos militares orientales, y parte de esas tropas comenzó a cruzar la frontera con Ucrania”, recordó.
Según el presidente bielorruso, “para muchos esto fue una sorpresa y para nosotros fue una sorpresa”, pese a que Occidente llevaba meses advirtiendo sobre las intenciones rusas de atacar a Ucrania.
Lukashenko denunció que estas unidades ucranianas apuntaron los misiles contra territorio bielorruso, pero “los militares rusos las destruyeron en cuanto entraron”.
Recordó que Ucrania declaró el bloqueo aéreo a Bielorrusia “antes de que lo hicieran los europeos”, y requisó miles de vagones con fertilizantes bielorrusos en el puerto de Odesa, en el mar Negro.
Según el mandatario, “esto podía y debía de haberse evitado” y recalcó que cualquier negociación entre Ucrania y Rusia debe arrancar “sin condiciones previas”.
Esta semana, Lukashenko también defendió el despliegue de armas nucleares en su territorio como consecuencia de la “militarización acelerada” de sus vecinos regionales, así como por la cada vez mayor “actividad militar” de Estados Unidos y la OTAN en el este de Europa.