Las autoridades del régimen de Irán informó de la detención de más de 250 personas el sábado, cuando se cumplía el primer aniversario de la muerte de la joven kurdo-iraní Mahsa Amini tras ser asesinada por la policía en Teherán por no llevar bien puesto el velo. Su muerte provocó una ola de protestas en todo el país.
Las autoridades explicaron que las detenciones corresponden a un periodo de 24 horas y que se amparan en incumplimientos de la normativa sobre seguridad pública, incitación a las protestas y posesión de armas, informó el diario iraní Shargh.
Las fuerzas de seguridad realizaron un importante despliegue con helicópteros y vehículos blindados, según la organización civil Hengaw, que da cuenta de más de una decena de detenidos identificados, incluidas varias mujeres activistas.
Videos publicados en redes sociales por activistas mostraron concentraciones en algunas de urbes, donde se gritó “muerte al dictador”, en referencia al líder supremo de Irán, Ali Jameneí, y “vida, mujer, libertad”, el lema de las protestas.
También informó de la muerte de un miembro de la Guardia Revolucionaria, Ibrahim Molanpur, en la ciudad de Sardasht el viernes, y la agencia de noticias oficial iraní, IRNA, ha dado cuenta de la muerte el sábado de un miembro de la milicia progubernamental Basij en la provincia de Fars, en el sur del país.
Estas muestras de descontento son las más importantes que se producen desde mayo, cuando se vivieron nuevas protestas por la ejecución de tres manifestantes por delitos supuestamente cometidos durante la revuelta, tras varios meses de calma en las calles del país persa.
Las protestas se produjeron en medio de una enorme presencia policial en las calles de ciudades como Teherán, donde en algunas zonas había grupos de agentes antidisturbios cada pocos metros, y efectivos policiales en moto recorrían la urbe.
Allí, las autoridades iraníes impidieron a la familia de Amini celebrar una ceremonia para conmemorar el primer aniversario de su muerte, y confinaron a su padre en su casa tras detenerlo brevemente, según denunciaron grupos de derechos humanos.
El padre de Mahsa Amimi, Amjad Amini, fue detenido cuando salía de la casa familiar en la ciudad occidental de Saqez y después puesto en libertad tras ser advertido de que no celebrara un servicio conmemorativo junto a la tumba de la niña, según informaron la Red de Derechos Humanos del Kurdistán (KHRN), el monitor 1500tasvir y la organización Derechos Humanos de Irán (IHR), con sede en Noruega.
Amjad Amini ya fue citado por agentes de los servicios de inteligencia la semana pasada, tras anunciar que planeaba celebrar una ceremonia conmemorativa. Uno de los tíos de Amini, Safa Aeli, fue detenido en Saqez el 5 de septiembre y permanece bajo custodia.
No había señales de que se fuera a celebrar la ceremonia en su tumba del cementerio de Aichi, en Saqez, y los grupos de derechos humanos afirmaron que las fuerzas de seguridad habían bloqueado el acceso al lugar.