Francia comenzó a vacunar patos contra la gripe aviar el lunes para tratar de detener el virus que mató a millones de aves en todo el mundo, una medida que llevó a Estados Unidos a imponer restricciones comerciales a las importaciones de aves de corral francesas.
Francia ha estado entre los países más afectados por una propagación global sin precedentes de la influenza aviar altamente patógena, comúnmente llamada gripe aviar, que ha interrumpido el suministro de carne y huevos de aves y ha disparado los precios en muchas partes del mundo en los últimos años.
Los estragos causados en sus rebaños, y los temores de que el virus pudiera mutar a uno transmisible a los humanos, llevaron al gobierno a lanzar una campaña de vacunación obligatoria, convirtiéndose en el primer país de la Unión Europea en hacerlo.
Las primeras inyecciones se aplicaron el lunes por la mañana a patos en una granja de las Landas, región del suroeste de Francia, en presencia del ministro de Agricultura, Marc Fesneau.
La vacunación será obligatoria para todos los patos en granjas que tengan más de 250 aves y cuyos productos estén destinados a venderse en forma de carne o foie gras, dijo el Ministerio de Agricultura en un comunicado.
Esto significa que será necesario vacunar a lo largo de un año un total de 64 millones de patos en 2.700 granjas, por un coste total de casi 100 millones de euros (105 millones de dólares), de los cuales el 85% será financiado por el Estado, afirmó.
Cada vez más gobiernos han considerado la vacunación como una forma de contener la gripe aviar, altamente contagiosa. Sin embargo, las barreras comerciales que tales vacunas pueden generar han hecho que los grandes exportadores de aves de corral se muestren reacios a inocular a sus aves.