Los republicanos de la Cámara de Representantes de Estados Unidos nominaron el miércoles a Steve Scalise para ser el próximo presidente de la cámara, un papel desafiante después de que miembros de extrema derecha de su partido interrumpieron el mandato de los tres últimos titulares del cargo.
Scalise, de 58 años, se impuso el miércoles en una votación a puerta cerrada. Para ocupar el cargo, que ocupa el segundo lugar en la línea presidencial después del vicepresidente, será necesario ganar el apoyo de la mayoría de la Cámara, que los republicanos controlan por una mayoría de 221-212.
Ha estado trabajando con su equipo el miércoles para conseguir ese apoyo antes de convocar una votación en la Cámara.
En una plática con periodistas Scalise les ha mencionado que se tiene mucho trabajo por hacer.
Los republicanos de línea dura convirtieron a su predecesor Kevin McCarthy en el primer presidente en ser derrocado en una votación histórica el 3 de octubre. McCarthy fue el tercer presidente republicano consecutivo que abandonó el puesto principal debido a la presión de su flanco de extrema derecha.
Sin embargo Scalise ha mencionado durante una carta que se ha comprometido a unir al grupo, mencionando que posee un historial de reunir la gama de puntos de vista diversos y generar consenso donde se vislubraba imposible.
En esa carta, Scalise criticó a la administración del presidente Joe Biden por la inflación, la deuda nacional y las políticas energéticas, el crimen y la inmigración.
Sin embargo no todo parece estar a favor de Scalise, porque el legislador nacido en Nueva Orleans se ha enfrentado a adversidades antes, incluido un tiroteo en 2017 que lo hirió de gravedad por un hombre enojado con Donald Trump, ademas en 2002 recibió críticas por hablar con un grupo de supremacistas blancos fundado por el ex líder del Ku Klux Klan, David Duke, también se encuentra en un tratamiento por mieloma múltiple, una forma de cáncer de la sangre.
Si es elegido presidente, Scalise tomará el control de la Cámara en un momento en el que hay mucho en la agenda. El Congreso debe aprobar proyectos de ley de gastos antes del 17 de noviembre para mantener abierto el gobierno.