Las potencias industriales del Grupo de los Siete (G7) pidieron la derogación inmediata de las restricciones a las importaciones de productos alimenticios japoneses, en referencia a las restricciones de China después de que Japón comenzara a liberar aguas residuales de la planta de energía nuclear de Fukushima.
Los ministros de Comercio del G7 no mencionaron a China pero también denunciaron lo que consideran su creciente coerción económica a través del comercio.
“Deploramos las acciones para convertir las dependencias económicas en armas y nos comprometemos a construir relaciones económicas y comerciales libres, justas y mutuamente beneficiosas”, dice la declaración de 10 páginas.
China impuso una suspensión general de las importaciones de pescado japonés hace dos meses, cuando Japón comenzó a liberar al Pacífico agua radiactiva tratada de la destrozada planta de Fukushima. Si bien Japón y Estados Unidos han calificado las restricciones como injustas, Rusia anunció una restricción similar a principios de este mes.
El G7 integrado por Estados Unidos, Japón, Alemania, Gran Bretaña, Francia, Italia y Canadá expresó su preocupación por las recientes medidas de control sobre la exportación de minerales críticos.
Los ministros del G7 compartieron la necesidad, realmente fuerte, de reducir la dependencia de un país en particular para el suministro de recursos críticos, dijo Yasutoshi Nishimura, ministro de Comercio del Japón anfitrión. “Acordamos completamente construir cadenas de suministro resistentes y confiables” para minerales, semiconductores y baterías críticos, dijo en una conferencia de prensa.
Los ministros reafirmaron sus preocupaciones sobre “una gama amplia y en evolución de políticas no de mercado” que incluyen “subsidios industriales generalizados, opacos y que distorsionan el comercio” y la transferencia forzada de tecnología, según el comunicado.
En respuesta, China describió la medida del G7 como coerción económica e instó al G7 a no adherir obstinadamente a dobles estándares, sino a tomar medidas prácticas para mantener el orden normal del comercio y las inversiones internacionales.
“Los miembros del G7 socavan la igualdad de condiciones y alteran la seguridad y la estabilidad de las cadenas de producción y suministro globales”, dijo la embajada de China en Japón en un comunicado a última hora del domingo.