El Vaticano ha decidido cerrar una comunidad religiosa femenina con sede en Eslovenia fundada por un controvertido ex artista jesuita acusado por algunas mujeres de abusos espirituales, psicológicos y sexuales.
La archidiócesis de Ljubljana, Eslovenia, dijo en un comunicado el viernes que la Comunidad de Loyola tendría un año para implementar el decreto del 20 de octubre que ordena su disolución. El motivo aducido fue por “graves problemas relacionados con el ejercicio de la autoridad y la forma de convivir”.
La disolución de la comunidad fue el último capítulo de la saga del reverendo Marko Rupnik, un otrora famoso artista y predicador jesuita cuyos mosaicos decoran iglesias y basílicas en todo el mundo.
Había fundado la Comunidad de Loyola en los años 1980 con una monja. Pero recientemente, ex miembros de la comunidad dijeron que él había abusado espiritual, sexual y psicológicamente de ellos. En 2020, el Vaticano lo declaró excomulgado por cometer uno de los delitos más graves del derecho canónico de la iglesia; utilizar el confesionario para absolver a una mujer con la que había mantenido relaciones sexuales.
El Papa Francisco reabrió recientemente una investigación canónica sobre sus afirmaciones, revocando la decisión anterior del Vaticano de archivar el caso porque el plazo de prescripción había expirado. A principios de este año, los jesuitas lo expulsaron de la orden porque se negó a iniciar un proceso de reparación con las víctimas.