El presidente de EE.UU., Joe Biden, anunció este jueves que los bombardeos contra los rebeldes chiíes hutíes en el Yemen continuarán, aunque reconoció que esas acciones no han servido para detener los ataques de los insurgentes en el mar Rojo.
Biden hizo esas declaraciones a la prensa en la Casa Blanca antes de montarse en el helicóptero ‘Marine One’ para emprender su viaje a Carolina del Norte, donde tiene previsto dar un discurso sobre sus iniciativas económicas.
Cuestionado el mandatario si los ataques estaban funcionando, solo pudo contestar con un escueto “no”, pero confirmó que seguirán realizándose.
Estados Unidos anunció el miércoles la designación como “terroristas” a los rebeldes hutíes del Yemen, en medio de un contexto de escalada militar en Oriente Medio.
Esa designación llegó días después de una campaña de bombardeos de Estados Unidos y Reino Unido contra objetivos militares del grupo en el Yemen por los ataques que los insurgentes llevan perpetrando desde el 19 de noviembre contra barcos en el mar Rojo que, según aseguran, están relacionadas con Israel o se dirigen hacia ese país.
Esos ataques podrían tener un gran impacto para la economía mundial porque, por el mar Rojo, circula casi el 15% del comercio marítimo global.
Estados Unidos bombardeó este jueves unos misiles que los rebeldes chiíes hutíes del Yemen iban a usar para atacar a embarcaciones en el mar Rojo, anunció John Kirby, uno de los portavoces de la Casa Blanca.
Kirby explicó que estos bombardeos se dirigieron contra “un par” de misiles que los hutíes estaban preparando para disparar “de manera inminente” sobre navíos en el mar Rojo.
Este es el quinto ataque de las fuerzas estadounidenses sobre los hutíes desde que el grupo insurgente empezara hace meses a atacar en el mar Rojo y el estrecho de Bab al Mandeb a barcos que, según aseguran, están relacionadas con Israel o se dirigen hacia ese país.
Esos ataques de los hutíes, que cuentan con el apoyo de Teherán, podrían tener un gran impacto para la economía mundial porque, por el mar Rojo, circula casi el 15% del comercio marítimo global.