Empresarios de la construcción en Acapulco y propietarios de camiones de carga, se encuentran sometidos en una gran crisis económica generada por la falta de mano de obra y contratos que estén encaminados a la reconstrucción de la ciudad.
El dirigente del Sindicato de la Industria de la Construcción en Guerrero, Benigno Salgado Román, dijo que en noviembre tuvieron poco trabajo remunerado bajo contratos de los propios empresarios para el retiro de escombro y basura que se sustrajo de los mismos negocios, sin embargo de ese mes a la fecha, no han tenido ninguna otra contratación, que les ayude a mantener las fuentes de trabajo que generan.
“Fuimos contratados por grandes empresas, como hoteles en la zona Diamante y algunos centros comerciales para retirar los escombros, pero en estos momentos, nos mantenemos parados, no hay contratos, no hay mano de obra en la que podamos integrarnos y no hay ayuda por los tres niveles de gobierno, estamos sometidos en una crisis total”, dijo.
Manifestó esperar que una vez que se tenga la reactivación en el rubro de la reconstrucción de la ciudad, el gobierno federal pueda considerar a los empresarios de la construcción y transporte pesado en los contratos para laborar.
Indicó que la mala situación empezó desde hace ocho años porque no hubo obra desde la federación, el estado y el municipio, pero en los últimos meses con el huracán Otis, se complicó más para los empresarios de la construcción.
Reconoció que en Acapulco sí se requiere de la mano de obra pero la gente está más interesada en la entrega de los apoyos económicos, las despensas y los enseres que en ser contratados para realizar alguna actividad laboral.
Dijo que los apoyos, como el dinerito piensan que no se les va a acabar, pero esto en cualquier momento se termina y se regresará a una realidad que podría ser más complicada porque no se tendrá fuente de trabajo.
Lamentó que se esté contratando a trabajadores que llegan de otros lados como de Cuernavaca y Ciudad de México, para realizar trabajos que deberán de ser para los propios acapulqueños.