China ha anunciado un hito impresionante en el ámbito ferroviario al establecer un nuevo récord mundial de velocidad con un tren experimental, logrando alcanzar los 453 kilómetros por hora. Este avance sobrepasa significativamente las velocidades estándar de los trenes de alta velocidad que operan en otras partes del mundo. La nación asiática busca establecer esta marca como la nueva norma en su red ferroviaria, aprovechando una innovadora tecnología que, según los ingenieros, reduce considerablemente el consumo de energía eléctrica, un factor crucial que limita la velocidad de estos trenes debido a sus costos operativos elevados.
El tren CR450 es parte de una iniciativa respaldada por el gobierno de Pekín para desarrollar una nueva generación de ferrocarriles más veloces y sostenibles. Desde 2016, China ha mantenido su posición como líder mundial en longitud de red ferroviaria de alta velocidad, con más de 40.000 kilómetros, diez veces más extensa que la red española, que es la segunda más grande. Para China, los trenes de alta velocidad son una alternativa eficiente y respetuosa con el medio ambiente al transporte aéreo, en línea con sus esfuerzos para reducir las emisiones de carbono y mejorar la conectividad en todo el país.
Las pruebas del CR450 se llevaron a cabo en un tramo de vía férrea entre Fuqing y Quanzhou, en la provincia oriental de Fujian, donde el tren alcanzó los 453 kilómetros por hora. Según informes de Eurasian Times basados en datos oficiales de Xinhua, la velocidad relativa, que es la suma de las velocidades de dos trenes en dirección opuesta, llegó a los 891 km/h.
Según la agencia gubernamental de noticias china, la nueva tecnología superó rigurosas pruebas de rendimiento. Este logro marca un punto de inflexión en el desarrollo de los trenes de alta velocidad y establece las bases para el Proyecto de Innovación Tecnológica CR450, dentro del XIV Plan Quinquenal del país, que finaliza en 2025.
En el futuro, se espera que estos nuevos trenes reduzcan significativamente los tiempos de viaje en largas distancias. Por ejemplo, el trayecto entre Pekín y Shanghái, las dos principales ciudades del país, podría completarse en tan solo 2,5 horas, en comparación con las 4,5 horas que tarda el tren actual, que viaja a 350 km/h.
China se ha convertido en líder indiscutible en la fabricación de trenes de alta velocidad, con alrededor del 90% de los componentes producidos localmente. El mayor fabricante del mundo, China Railway Rolling Stock Corporation (CRRC), ensambla todos los trenes de alta velocidad chinos y proporciona la mayoría de sus componentes. El país asiático planea duplicar la cobertura de su red ferroviaria de alta velocidad para 2035, lo que refleja su rápida modernización y su creciente influencia económica a nivel mundial.
Además, China continúa innovando con el desarrollo de trenes de levitación magnética, que podrían alcanzar velocidades de hasta 1.000 kilómetros por hora. Estos trenes utilizan potentes imanes para levitar y propulsarse sin contacto físico con las vías, ofreciendo una forma revolucionaria de transporte de alta velocidad.
Esta velocidad supera en mucho a las de los trenes AVE, que alcanza un máximo de 310 km/h, según el mismo medio. Mientras, los aviones comerciales que realizan rutas transoceánicas suelen volar a un máximo de 860 km/h