La temporada de incendios en Grecia comenzó oficialmente este 1 de mayo, pero ya se han extinguido docenas de incendios durante el último mes después de que las temperaturas comenzaran a alcanzar los 30 grados Celsius a fines de marzo, considerablemente más que los picos anteriores registrados en la última década.
Sobrevolando kilómetros de colinas ennegrecidas por incendios forestales al oeste de Atenas, el teniente coronel de bomberos Ioannis Kolovos prepara a su equipo de bomberos de élite agachado dentro de un helicóptero. El grupo de 10 miembros de la 1.ª Unidad de Operaciones Especiales contra Incendios Forestales cuenta con las herramientas necesarias para contener los incendios: motosierras, rastrillos especializados, indicadores meteorológicos, tabletas informáticas y sopletes abrasadores para quemar barreras contra incendios forestales en la ladera.
Grecia está duplicando el número de bomberos en unidades especializadas a unos 1.300 y adoptando tácticas de Estados Unidos para tratar de flanquear los incendios con unidades aerotransportadas desplegadas para crear interrupciones en el camino previsto de las llamas.
Los miembros de la tripulación incluyen expertos forestales y bomberos con diversas habilidades, muchas de ellas desarrolladas en formación con colegas en Francia, España y Estados Unidos.
Financiado principalmente por la Unión Europea, Grecia ha lanzado un programa de 2.100 millones de euros (2.300 millones de dólares) para reformar su capacidad de respuesta a desastres, encargando nuevos aviones lanzadores de agua, drones, camiones de bomberos, instalaciones de entrenamiento y una red de sensores impulsada por inteligencia artificial para detectar señales tempranas de humo e inundaciones.
Pero el nuevo equipo no empezará a llegar hasta 2025. Las autoridades griegas están redoblando la formación y los nuevos métodos de extinción de incendios, y se espera otra temporada difícil este año.
Los incendios quemaron aproximadamente 1.750 kilómetros cuadrados el año pasado, incluido un incendio en el norte de Grecia que fue el peor incendio jamás registrado en la Unión Europea.
También hace más calor: el invierno pasado fue el más cálido desde que comenzaron los registros modernos en 1960, según el Observatorio Nacional de Atenas, que analizó datos satelitales de la Unión Europea. Los seis inviernos griegos más cálidos registrados se produjeron en la última década.
Desde el principal centro de comando de respuesta a desastres en Atenas, Vassilis Kikilias, ministro de crisis climática y protección civil, dice que las autoridades esperan que las condiciones anuales empeoren aún más.
A lo largo del mes de abril, los bomberos intensificaron los ejercicios y el entrenamiento, utilizando nuevas instalaciones como el Dragón de Fuego, un remolque valorado en 1,2 millones de euros (1,3 millones de dólares) utilizado para simular el interior de un edificio en llamas. Los equipos de bomberos con equipo de protección pesado y tanques de oxígeno lo utilizan para practicar técnicas de rescate y técnicas de combate cuerpo a cuerpo.