El presidente Joe Biden dijo que no suministraría armas ofensivas que Israel podría utilizar para lanzar un ataque total contra Rafah, el último bastión importante de Hamás en Gaza, por preocupación por el bienestar de más de 1 millón de civiles refugiados allí. Biden, en una entrevista, dijo que Estados Unidos todavía estaba comprometido con la defensa de Israel y que proporcionaría interceptores de cohetes Cúpula de Hierro y otras armas defensivas, pero que si Israel entra en Rafah, no vamos a suministrar las armas ni los proyectiles de artillería.
Históricamente, Estados Unidos ha proporcionado enormes cantidades de ayuda militar a Israel. Los comentarios de Biden y su decisión de la semana pasada de suspender un envío de bombas pesadas a Israel son las manifestaciones más sorprendentes de la creciente luz del día entre su administración y el gobierno del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.
Biden mencionó que las acciones de Israel en torno a Rafah aún no habían cruzado sus líneas rojas, pero repitió que Israel necesita hacer mucho más para proteger las vidas de los civiles en Gaza.
Se suponía que el envío constaría de 1.800 bombas de 900 kilogramos y 1.700 bombas de 225 kilogramos. El foco de preocupación de Estados Unidos eran los explosivos más grandes y cómo podrían usarse en una zona urbana densa.
“Los civiles han muerto en Gaza como consecuencia de esas bombas y otras formas en que atacan los centros de población”, dijo Biden. “Dejé claro que si van a Rafah, no les proporcionaré las armas que se han utilizado históricamente para tratar con Rafah, para tratar con las ciudades, que se ocupan de ese problema”.
“No nos alejaremos de la seguridad de Israel”, continuó Biden. “Nos estamos alejando de la capacidad de Israel de librar la guerra en esas áreas”.
El secretario de Defensa, Lloyd Austin, confirmó el retraso en el suministro de armas y le dijo al Subcomité de Asignaciones de Defensa del Senado que Estados Unidos detuvo un envío de municiones de alta carga útil.
Esta acción se produce cuando la administración Biden debe emitir un veredicto formal, el primero de su tipo, sobre si los ataques aéreos en Gaza y las restricciones a la entrega de ayuda han violado las leyes internacionales y estadounidenses diseñadas para salvar a los civiles de los peores horrores de la guerra. Una decisión contra Israel aumentaría aún más la presión sobre Biden para que frene el flujo de armas y dinero al ejército de Israel.
El embajador de Israel ante las Naciones Unidas, Gilad Erdan, dijo que la decisión de suspender el envío fue una decisión muy decepcionante, incluso frustrante. Sugirió que la medida se debió a la presión política sobre Biden por parte del Congreso, las protestas en los campus de Estados Unidos y las próximas elecciones.