El presunto encuentro sexual en el centro del juicio penal por dinero en secreto de Donald Trump tuvo una exposición gráfica en el tribunal la semana pasada cuando la actriz porno Stormy Daniels compartió su relato ante un jurado absorto.
El testimonio de Daniels sobre su tiempo con Trump fue, con diferencia, el momento más esperado del juicio, que ahora entra en su cuarta semana de presencia de testigos mientras los fiscales se acercan a concluir su histórico caso.
Los jurados de Manhattan vieron evidencia documental destinada a vincular directamente a Trump con los pagos de dinero que se enviaron a Daniels en lo que los fiscales dicen que fue un esfuerzo por comprar su silencio en las semanas previas a las elecciones presidenciales de 2016.
El jurado escuchó durante siete horas y media a Daniels, quien testificó con vívidos detalles sobre un encuentro sexual que ella dice haber tenido en 2006 con Trump, que él ha negado.
Aunque ya ha compartido detalles antes, un aspecto sorprendente de su testimonio se centró en su percepción de un desequilibrio de poder en la suite del hotel de Lake Tahoe donde Daniels dijo que ella y Trump tuvieron relaciones sexuales.
Daniels dejó en claro durante el interrogatorio que no fue amenazada física o verbalmente para tener relaciones sexuales y que no estaba bajo la influencia de drogas o alcohol en ese momento.
Pero los abogados defensores quedaron tan desconcertados por sus caracterizaciones del encuentro que solicitaron que se anulara el juicio y le dijeron al juez Juan M. Merchán que su testimonio era incendiario y difería en aspectos importantes de lo que había dicho anteriormente.
Merchan negó la solicitud de anulación del juicio, pero también admitió que el testimonio incluía algunas cosas que era mejor no decir. El juez también rechazó una solicitud separada para permitir que Trump respondiera públicamente al testimonio de Daniels a pesar de una orden de silencio que le prohibía hacer comentarios incendiarios extrajudiciales sobre los testigos. El equipo de Trump describió a Daniels como una testigo poco confiable al analizar su vida personal y su profesión.
Hubo preguntas sobre sus afirmaciones pasadas de que vivía en una casa embrujada y sobre su participación en una gira de clubes de striptease en 2018 llamada “Making America Horny Again”. También hubo sugerencias de que se beneficiaría enormemente si continuaba compartiendo su cuenta, incluso cuando la defensa la calificó de pura ficción.
Los comentarios extrajudiciales de Trump relacionados con el jurado y los testigos le han valido multas monetarias y repetidas reprimendas por parte de un juez.
Pero su comportamiento dentro de la sala del tribunal la semana pasada provocó una reprimenda separada dirigida a sus abogados.
Los jurados escucharon más que simples testimonios lascivos. También se enteraron de las transacciones financieras en el centro del caso y vieron cheques de pago con la firma de Trump.