La situación en las escuelas de Coahuila es crítica, ya que con la reciente ola de calor han “tronado” cerca de 40 transformadores en planteles de educación básica por el incremento en el uso de minisplits, algunos de los cuales se instalan sin cambiar el cableado, por lo que se recomienda a los directivos informar cuando van a instalar esos equipos para que reciban asesoría técnica.
Al respecto, María del Carmen Ruiz Esparza, subsecretaria de Planeación Educativa, informó que en las regiones Centro, Carbonífera, Laguna y Norte es donde hay mayor problema: “El mantenimiento de todo el sistema eléctrico es verdaderamente un desastre, la prendida de climas en las aulas, en las oficinas, provoca que se revienten los transformadores, que truenen, estamos revisando líneas eléctricas, el sistema hidrológico de cada escuela una por una”.
Ante las elevadas temperaturas, solamente el 40 por ciento de los poco más de 4 mil planteles cuentan con minisplits y en estos momentos aquellas que recibieron recursos de La Escuela es Nuestra aplican el dinero en la compra e instalación de los aparatos.
“Pero nos están creando un problema muy serio porque no están contemplando el cableado eléctrico adecuado, que es muy importante para que un clima pueda funcionar, si no les va a tronar. Todas las escuelas que deseen comprar climas, que soliciten apoyo para asesorarles técnicamente sobre el cableado que debe tener la escuela para soportar el número de climas que vayan a poner”, dijo la funcionaria estatal.
Al momento han tronado alrededor de 40 transformadores por sobrecarga al incrementarse el uso de climas, además de que hay espacios que cuentan con 4 aparatos y se les pide sólo encender 2. La Sedu dialoga con la Comisión Federal de Electricidad para agilizar las reparaciones.
Aclaró que el funcionamiento de los bebederos está suspendido por instrucción del actual Gobierno Federal, a pesar de que era un programa muy bueno porque se suministraba agua libre de contaminación a los alumnos y se cancelaron por falta de recursos.
Ahora no funcionan porque el sistema hidráulico está contaminado, hay que limpiarlos, razón por la cual se pide a los niños que acudan a clases con un botellín de agua para contrarrestar las altas temperaturas que se presentan en el estado.
Cambiar el cableado eléctrico y limpiar los sistemas hidráulicos de cada plantel, entre otras mejoras, costaría varios miles de millones de pesos.