La economía es un factor que sigue dando nota, ya que en el primer trimestre de este año, que en sí es el último del actual Gobierno Federal, el déficit presupuestario de México se disparó 248.8 por ciento respecto al mismo periodo de 2023, al llegar a 452 mil 370 millones de pesos.
Hacienda refiere que el déficit fue resultado de que los ingresos sumaron un billón 867 mil millones de pesos, mientras que los gastos ascendieron a 2 billones 319 mil millones de pesos.
Además se indica que el mayor déficit obedeció a una combinación de factores, entre ellos, la caída en los ingresos petroleros de 5.2 por ciento a tasa real anual en los tres primeros meses de este año.
También influyeron un mayor gasto en programas sociales y obras emblemáticas, así como mayores aportaciones.
Al respecto, Ricardo Gallegos, director general adjunto de Análisis Económico de HR Ratings, expuso que aunque el déficit es elevado, está en línea con la expectativa del Gobierno Federal.
Recordó que se prevé que este año el déficit público llegue al nivel de 5.9 por ciento del PIB, y calculan que en el segundo trimestre va a ser más elevado.
“En este primer trimestre, en un segundo trimestre vamos a ver un déficit aceleradísimo porque la idea justamente fue cerrar y ejecutar gran parte del gasto antes del periodo electoral”, explicó.
Recordó que el mayor déficit se cubrirá con mayor endeudamiento.
Con ello, el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP), la deuda pública en su medida más amplia, el nivel de endeudamiento del país llegará a 50.2 por ciento del PIB, cuando el estimado inicial era de 48.2 por ciento.
José Domingo Figueroa, presidente nacional del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), recalcó que solamente la mitad del déficit registrado en el primer trimestre de este año se utilizó en inversión física y la otra mitad en gasto corriente y social.
Recientemente, Carlos Serrano, economista en jefe de BBVA México, lamentó que este año se tenga un déficit tan elevado y aseguró que este evidencia que la política fiscal es procíclica (mayor gasto en épocas expansivas).