El presidente francés, Emmanuel Macron, está realizando un viaje sorpresa a Nueva Caledonia, el territorio francés del Pacífico que se ha visto afectado por días de disturbios mortales y donde los pueblos indígenas han buscado durante mucho tiempo la independencia.
“Irá allí esta noche”, dijo la portavoz del gobierno Prisca Thevenot después de una reunión de gabinete el martes donde el presidente dijo que había decidido hacer él mismo el viaje de ida y vuelta de más de 33.000 kilómetros hasta el archipiélago al este de Australia.
Seis personas murieron, incluidos dos gendarmes, y cientos más resultaron heridas en Nueva Caledonia durante enfrentamientos armados, saqueos e incendios provocados, lo que plantea nuevas preguntas sobre el manejo por parte de Macron del legado colonial de Francia.
Ha habido décadas de tensiones entre los indígenas canacos que buscan la independencia del archipiélago de 270.000 personas y los descendientes de colonizadores y otras personas que se han asentado en la isla y que quieren seguir siendo parte de Francia.
Los disturbios estallaron el 13 de mayo cuando la legislatura francesa en París debatía la modificación de la Constitución francesa para introducir cambios en las listas de votantes de Nueva Caledonia. Los opositores temen que la medida beneficie a los políticos pro-Francia en Nueva Caledonia y margine aún más a los canacos que alguna vez sufrieron políticas estrictas de segregación y discriminación generalizada.
El miércoles pasado, París declaró un estado de emergencia mínimo de 12 días en la isla y envió 1.000 refuerzos para reforzar las fuerzas de seguridad que perdieron el control de partes de la capital, Nouméa.
Partiendo el martes por la noche, debido a la distancia y la diferencia horaria, Macron llegará el jueves por la mañana a Nueva Caledonia, dijo su oficina. Dijo que se espera que se quede un día.
Macron se reunirá con líderes políticos, empresariales, cívicos y juveniles y tratará de “renovar el hilo del diálogo” en busca de “un acuerdo político integral”, dijo el primer ministro Gabriel Attal al Parlamento, donde los legisladores guardaron un momento de silencio por las seis personas muertas en la violencia.
El ministro del Interior, Gerald Darmanin, dijo que se unirá a Macron, junto con los ministros de Defensa y de los territorios de ultramar de Francia. La visita permitirá a Macron y a sus ministros ver de primera mano parte de la destrucción que convirtió partes de Numea en zonas prohibidas, con edificios incendiados, tiendas saqueadas y barricadas levantadas tanto por partidarios de la independencia, algunos armados, como por personas uniéndose para proteger los medios de vida y los hogares.
La violencia en Nueva Caledonia ha dado lugar a un nuevo debate sobre el pasado colonial de Francia. Los esfuerzos de Macron para abordar esta cuestión se han centrado en gran medida en África, donde Francia tenía colonias y donde la frustración local en algunos países ha llevado a llamados recientes para que las fuerzas francesas abandonen el país.
Australia y Nueva Zelanda enviaron aviones a Nueva Caledonia el martes para comenzar a traer a sus ciudadanos a casa.