El presidente de Francia se ha unido al jefe de la OTAN para impulsar un cambio de política que podría cambiar el carácter de la guerra en Ucrania, permitiendo a Kiev atacar bases militares dentro de Rusia con sofisticadas armas de largo alcance proporcionadas por socios occidentales.
La cuestión de si permitir que Ucrania alcance objetivos en suelo ruso con armamento suministrado por Occidente ha sido una cuestión delicada desde que Moscú lanzó su invasión a gran escala el 24 de febrero de 2022.
Los líderes occidentales en su mayoría han evitado dar el paso porque corren el riesgo de provocar al presidente ruso Vladimir Putin, quien ha advertido repetidamente que la participación directa de Occidente podría poner al mundo en el camino hacia un conflicto nuclear.
Pero últimamente la guerra ha ido a favor de Rusia, ya que las fuerzas del Kremlin han aprovechado la escasez de tropas y municiones en Ucrania después de un largo retraso en la ayuda militar estadounidense, y la inadecuada producción militar de Europa occidental ralentizó entregas cruciales al campo de batalla.
Macron dijo que la posición de Francia es que creemos que debemos permitir que Ucrania neutralice los sitios militares rusos desde donde se disparan los misiles.
“Si les decimos a los ucranianos que no tienen derecho a llegar al punto desde donde se disparan los misiles, en realidad les estamos diciendo que les estamos entregando armas, pero no pueden defenderse”, dijo Macron durante la visita oficial a Alemania.
Sus comentarios se produjeron un día después de que el Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg, instara a los miembros de la alianza a levantar algunas de las restricciones al uso de armas occidentales por parte de Ucrania.
“El derecho a la autodefensa incluye atacar objetivos legítimos fuera de Ucrania”, dijo Stoltenberg en una reunión de la OTAN en Sofía, Bulgaria, el lunes.
A principios de mayo, Moscú interpretó como una amenaza el comentario del Secretario de Asuntos Exteriores del Reino Unido, David Cameron, de que Ucrania podría utilizar armas británicas de largo alcance, como el misil de crucero Storm Shadow, para contraatacar a Rusia, aunado a los comentarios de Macron de que no excluye el envío de tropas a Ucrania, llevaron a Rusia a anunciar que realizaría ejercicios con armas nucleares tácticas. Rusia también advirtió al gobierno del Reino Unido que su decisión podría provocar ataques de represalia contra instalaciones y equipos militares británicos en suelo ucraniano o en otros lugares.
Los líderes eligen cuidadosamente sus palabras. Macron subrayó que únicamente las bases rusas utilizadas para lanzar misiles contra Ucrania deben considerarse objetivos legítimos, no otras bases rusas ni infraestructura civil.
El canciller alemán, Olaf Scholz, hablando junto a Macron, se mostró, como de costumbre, más cauteloso y evasivo, y señaló que a Ucrania se le permite defenderse según el derecho internacional.
Scholz ha insistido en evitar medidas que podrían terminar llevando a la OTAN a una confrontación en el campo de batalla con Rusia. Otros líderes occidentales han expresado temores similares de una escalada progresiva y de alto riesgo.