El accidente, en la ciudad de Borg el Arab, situada al oeste de Alejandría, se debió a que un camión se encontraba en las vías cuando se suponía que debían estar cerradas para el tránsito de un tren de pasajeros, según el comunicado de la oficina del gobernador de Alejandría.
El tren, que venía de la ciudad de El-Dabaa, se descarriló por la colisión.
Los descarrilamientos y choques de trenes son habituales en Egipto, donde un sistema ferroviario envejecido también se ha visto afectado por la mala gestión. En los últimos años, el gobierno anunció iniciativas para mejorar sus ferrocarriles.
En 2018, el presidente Abdel Fattah el-Sissi dijo que se necesitarían unos 250.000 millones de libras egipcias, o 8.130 millones de dólares, para revisar adecuadamente la descuidada red ferroviaria del país del norte de África.
En 2021, dos trenes chocaron en la ciudad de Tahta, en el sur de Egipto, y murieron 32 personas. Más tarde ese año, un tren descarriló en la provincia de Qalyubia y murieron 11 personas.
El accidente ferroviario más mortal de Egipto se produjo en 2002, cuando más de 300 personas murieron tras un incendio en un tren nocturno que viajaba de El Cairo al sur de Egipto.