Lady Gaga y el actor Joaquin Phoenix protagonizan una historia de amor desquiciada y musicalizada en la segunda parte de la historia del príncipe payaso del crimen, Joker: Folie à deux, estrenada en competición ayer en Venecia.
La primera parte, dirigida por Todd Phillips, fue una de las revelaciones de 2019 y se llevó el León de Oro en La Mostra.
Los elogios fueron unánimes para un Phoenix que aparecía en la pantalla como un personaje lunático, extremadamente delgado e inquietante, una interpretación que mereció el Oscar al mejor actor masculino.
Esta nueva cinta de Phillips eleva la apuesta con la aparición del personaje de Harley Quinn, y algunas otras sorpresas que pueden ser polémicas para los fans de DC Comics y del archivillano de Gotham City.
Entre ellas, numerosas actuaciones musicales de Lady Gaga como Harley Quinn y del propio Phoenix, que al principio tuvo un temor.
En Joker 2: Folie à Deux, Lady Gaga interpreta a una Harley Quinn que no es la psiquiatra del Joker, como encarnó la actriz australiana Margot Robbie, una versión sexy y alocada del personaje en Escuadrón Suicida, en 2016.
Su personaje es el de una mujer internada en el mismo penal que el Joker, quien cumple condena por los asesinatos que cometió en la primera película.
Cuando los ponen en el mismo grupo de presos para cantar, estalla el romance.
El juicio del Joker por esos crímenes empieza en Gotham City y, como no podía ser de otra manera, es televisado.
En las calles de la caótica ciudad crece el apoyo al Joker. Pero ese personaje apático, sometido a un brutal tratamiento en la cárcel, tiene ahora un nuevo motivo para rebelarse: está enamorado.
Lady Gaga opta en esta película sombría y pesimista por hacer lo que mejor sabe y explica la naturaleza del filme.
La película parece querer acusar a la sociedad de sus propios monstruos, en parte, producto de su voyerismo.
Joker 2: Folie à Deux es una de las 21 cintas a concurso en Venecia, cuyos premios se entregan el sábado.