Tras ser ratificado por el Pleno del Senado como titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Juan Ramón de la Fuente señaló que seguirá la colaboración con Estados Unidos y con los países vecinos contra el fentanilo, con coordinación y sin subordinación.
De la Fuente aseguró que México está preparado para que la relación con Estados Unidos continúe en buenos términos y con respeto a las soberanías, independientemente de quién resulte ganador de las elecciones presidenciales de noviembre próximo.
Sobre la relación con el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, Juan Ramón de la Fuente señaló que la indicación de la presidenta Claudia Sheinbaum es establecer una dinámica de trabajo, ante la agenda bilateral amplia y diversa.
“Todo ello deberá darse bajo un principio fundamental que es el respeto recíproco a nuestras soberanías”, mencionó al destacar que hay un diálogo político de alto nivel.
Comentó que todo lo que sucede en la frontera sur, repercute en la frontera norte y la prioridad del gobierno de Sheinbaum es modernizar y fortalecer la frontera del sur con la participación de los gobiernos estatales, Guatemala y Belice.
Admitió que no es algo que se va a lograr rápidamente, pero a corto plazo comenzarán las acciones para el rumbo que se requiere.
Mencionó que en cuestiones de la revisión del T-MEC y tras las críticas a la reforma judicial de las Embajadas de Estados Unidos y Canadá, apuntó que debe haber respeto de los tiempos electorales en territorio estadounidense, por lo que no se busca una interferencia.
“Lo que procede no es una renegociación, sino una reedición del T-MEC”, puntualizó.
Sobre el restablecimiento de las relaciones con Perú y España ante la pausa que puso el expresidente Andrés Manuel López Obrador, el canciller De la Fuente refirió que el único país con el que México ha roto relación diplomática es con Ecuador por el asalto a la embajada mexicana en Quito.
Afirmó que se puede tener diferencias con otros países, algo que es válido y natural, pero no afectaran a las relaciones culturales, turísticas, deportivas ni de ninguna otra índole.
“Las relaciones diplomáticas juegan un papel fundamental para la convivencia internacional, no necesariamente, cuando pasan por algún momento de dificultad, afectan el resto de las relaciones”, dijo el canciller.