Los defensores de un mayor papel para las mujeres en la Iglesia católica acusaron al papa Francisco de estar fallando a su causa en una reunión mundial de líderes eclesiásticos que concluye esta semana, al dejar de lado la cuestión sobre si se permite que las mujeres sean ordenadas clérigos.
El papel de la mujer en la Iglesia ha sido objeto de acalorados debates al margen del Sínodo de los Obispos, la segunda de las dos cumbres vaticanas de un mes de duración que se celebran con un año de diferencia tras un sondeo sin precedentes de dos años para recopilar la opinión de los católicos en todo el mundo.
En el primer sínodo, celebrado hace un año, los miembros afirmaron que era urgente que la Iglesia mundial incluyera más a las mujeres en los puestos de toma de decisiones. Francisco tomó algunas medidas para promover a las mujeres a puestos antes ocupados únicamente por hombres, como permitir que casi 60 mujeres formen parte de los 368 miembros con derecho a voto en este sínodo.
No obstante, los críticos dicen que Francisco sacó el debate sobre el clero femenino de la mesa en el sínodo y pidió a la oficina doctrinal del Vaticano -típicamente conservadora- que se encargue del estudio de sí las mujeres pueden ser ordenadas como diáconos.
“Lo que el Papa Francisco ha hecho hasta ahora para mejorar la condición de la mujer en la Iglesia ha sido únicamente para guardar las apariencias”, dijo Lucetta Scaraffia, periodista italiana que dirigió durante siete años una revista mensual femenina publicada por el periódico del Vaticano. “Es inútil que las mujeres esperen al papa bueno que reconozca su verdadero valor”.
La Iglesia Católica tiene un clero exclusivamente masculino, y el papa Juan Pablo II declaró que no tenía autoridad para ordenar sacerdotes a mujeres. No obstante, los historiadores de la Iglesia dicen que hay pruebas de que en siglos anteriores las mujeres sirvieron como diáconos, ministros ordenados que, a diferencia de los sacerdotes, no pueden celebrar la misa.
Francisco, de 87 años, ya ha creado dos comisiones vaticanas previas para considerar la ordenación de mujeres como diáconos, pero no ha avanzado en ello. La cuestión es uno de los 10 asuntos que retiró de las consideraciones del sínodo y asignó a grupos de estudio para que le informen en junio.