Los habitantes de las provincias del norte de Filipinas se vieron obligados a evacuar cuando un poderoso tifón se acercó a la nación que aún se recupera de una reciente tormenta que dejó al menos 182 muertos y desaparecidos y refugios de emergencia abarrotados de personas desplazadas.
El tifón Kong-rey fue rastreado por última vez a 350 kilómetros al este de la provincia norteña de Cagayán, con vientos sostenidos de hasta 185 kph y ráfagas de hasta 230 kph. Los meteorólogos dijeron que podría fortalecerse aún más en el mar.
Soplaba hacia el noroeste y se pronosticaba que pasaría cerca de la provincia más septentrional de Filipinas, Batanes, antes de azotar el sureste de Taiwán.
En otras partes del norte de Filipinas, más de 300.000 personas desplazadas la semana pasada por la tormenta tropical Trami permanecieron en refugios de emergencia mientras se acercaba el nuevo tifón, dijeron funcionarios de la Oficina de Defensa Civil.
Los meteorólogos también advirtieron de una marejada ciclónica potencialmente mortal que alcanzaría de 2 a 3 metros que podría ser provocada por Kong-rey en las costas bajas de Batanes y el cercano grupo de islas de Babuyan.
Se recomendó a todos los barcos y buques de carga que permanecieran en los puertos y que los que estuvieran en el mar buscaran refugio o puerto seguro lo antes posible hasta que los vientos y las olas amainaran.
El secretario de Defensa, Gilberto Teodoro Jr., que supervisa los esfuerzos de respuesta a desastres, ordenó la evacuación forzosa de las personas en áreas de alto riesgo amenazadas por Kong-rey, que localmente se llama León.
Aunque se esperaba que Kong-rey se alejara del norte de Filipinas, su extensa franja de lluvia con un ancho de más de 600 kilómetros podría azotar toda la principal región norte de Luzón, la más poblada del país, dijo el gobierno.
El huracán Trami, que arrasó el norte de Filipinas el viernes pasado, dejó al menos 145 muertos y 37 desaparecidos, en su mayoría en inundaciones y deslizamientos de tierra generalizados, y afectó a más de 7 millones de personas en casi 11.000 aldeas, en su mayoría rurales, según informó la agencia de mitigación de desastres del gobierno.
Más de 111.000 casas resultaron dañadas, muchas de ellas inundadas por las inundaciones y el desbordamiento de los ríos. En algunas regiones, el huracán Trami arrojó en apenas 24 horas el equivalente a dos meses de lluvia, lo que provocó inundaciones repentinas que arrastraron automóviles y atraparon a personas en sus techos.