Mientras Donald Trump amenaza al exterior con una guerra comercial, ciudades gobernadas por el Partido Demócrata, como Los Ángeles y Denver, advierten que sus empleados no cooperarán en la deportación de migrantes.
Sin embargo, en visita a la frontera entre Texas y México, Tom Homan, futuro comisionado de Inmigración y control de Aduanas, dijo hoy: “Habrá deportación masiva. Es un delito ocultar a migrantes o darles refugio para que los detengan las autoridades migratorias. No nos pongan a prueba”.
Hace unos días el ayuntamiento de Los Ángeles aprobó recientemente una prohibición para el uso de recursos de la ciudad, incluidos bienes o personal, para cualquier aplicación de las leyes de inmigración.
El acuerdo aprobado por el consejo municipal tuvo como origen una propuesta de los concejales Nithya Raman, Eunisses Hernández y Hugo Soto-Martínez.
Durante su visita a Eagle Pass, Texas, urbe vecina de Ciudad Acuña, Coahuila, Homan dijo que el gobierno de Trump deportará a miles de personas porque ya se les ha rechazado su solicitud de asilo.
Alcaldes de ciudades como San Francisco y Denver han expresado en días recientes que no cooperarán en la persecución de inmigrantes. Mike Johnston, el alcalde de Denver, Colorado, dijo que ordenará a los policías que eviten la entrada de agentes federales para llevar a cabo las deportaciones y que está dispuesto a ir a la cárcel si se considera que interfiere en la política del próximo presidente.
Durante una entrevista con Fox News, Homan dijo que él y Johnston coinciden en una cosa: “él está quebrantando la ley. Él y yo estamos de acuerdo: él está dispuesto a ir a la cárcel y yo en meterlo”.