Después de tres décadas de estancamiento salarial, los trabajadores en Italia tienen mucho por lo que protestar, pero las huelgas por los salarios son raras y rara vez duran más de un día, lo que genera crecientes preguntas sobre el papel de los sindicatos del país.

Italia es el único país avanzado donde los salarios ajustados a la inflación disminuyeron entre 1990 y 2020, según muestran los datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, lo que llevó a un débil gasto de consumo y un crecimiento anémico.

Los salarios han repuntado más recientemente, aumentando un 9% entre el tercer trimestre de 2021 y el segundo trimestre del año pasado, pero aún están por debajo de la inflación y el crecimiento salarial del 14% en Alemania y el 11% en Francia, según datos del banco central alemán.

Los factores económicos son en parte culpables, incluida la tasa de empleo de Italia de solo el 67%, la más baja de la zona euro de 20 países y que da a los trabajadores poco poder de negociación.

Los salarios han repuntado más recientemente, aumentando un 9% entre el tercer trimestre de 2021 y el segundo trimestre del año pasado, pero aún están por debajo de la inflación y el crecimiento salarial del 14% en Alemania y el 11% en Francia, según datos del banco central alemán.

Los factores económicos son en parte culpables, incluida la tasa de empleo de Italia de solo el 67%, la más baja de la zona euro de 20 países y que da a los trabajadores poco poder de negociación.

La protesta interrumpió el transporte público, las escuelas y los hospitales, pero como prácticamente todas las huelgas en Italia, solo duró un día y no logró resultados tangibles.

Un portavoz de la CGIL dijo que el escaso crecimiento salarial en Italia se debió principalmente a años de reformas laborales que habían debilitado la protección del empleo. El sindicato ha promovido un referéndum nacional para votar si se deben derogar las reformas que facilitaron el despido de personal y promovieron los contratos de corta duración.

La votación debe celebrarse entre el 15 de abril y el 15 de junio, pero el gobierno aún no ha fijado la fecha.

La CGIL también está presionando para que se apruebe una legislación que impida los contratos con salarios excesivamente bajos, aunque esto tiene poco apoyo entre la coalición gobernante de derecha y todavía no se ha presentado ningún proyecto de ley al parlamento.

Si bien el poder sindical ha disminuido en todo el mundo en las últimas décadas, los analistas dicen que las huelgas están más focalizadas y son más efectivas en países como Alemania, Francia y Estados Unidos, a pesar de que tienen una afiliación sindical mucho menor que Italia.

La afiliación sindical italiana es relativamente alta, alrededor de un tercio de todos los trabajadores, pero las grandes cifras no se traducen en militancia.

La sindicalización francesa es solo un tercio de la de Italia, pero Francia se encuentra entre los países europeos en los que se perdieron más días al año por huelgas en 2020-2023, según muestran los datos del Instituto Sindical Europeo. Italia dejó de proporcionar sus datos en 2009.