Afirmó que respetará la idea de Trump, que propuso tomar el control de Gaza, desplazar a sus habitantes a Egipto y Jordania, y convertirla en un destino turístico.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, declaró que debe respetar la propuesta del presidente estadounidense, Donald Trump, para la Franja de Gaza, que prevé el desplazamiento de 2,4 millones de habitantes del territorio palestino.
Arabia Saudita, hostil a esa idea, acogerá este viernes una cumbre de varios países árabes, prevista inicialmente el jueves, para intentar presentar una respuesta común a la iniciativa, que despertó indignación internacional.
De visita en Israel, el secretario de Estado norteamericano, Marco Rubio, mostró un frente unido con Netanyahu, y este lunes se reunió con el príncipe heredero saudita, Mohamed bin Salmán, en Riad.
El dirigente israelí afirmó que debe respetar la idea del presidente estadounidense, que propuso tomar el control de Gaza, desplazar a sus habitantes a Egipto y Jordania y convertirla en un destino turístico de lujo como la Costa Azul francesa.
Cuatro semanas después de que empezara la tregua en Gaza, que en principio debería prolongarse 42 días, la oficina de Netanyahu anunció una reunión del gabinete de seguridad el lunes para abordar la segunda fase del acuerdo de alto el fuego con Hamás.
También anunció el envío de un equipo negociador a El Cairo el mismo día para discutir la continuación de la implementación de la primera fase del acuerdo, que entró en vigor el 19 de enero.
“Han sido 500 días de humillaciones, sufrimiento y de derrame de sangre”, dijo el residente del norte de Gaza, que pudo regresar a su hogar con la tregua.
Los familiares de los rehenes de Gaza han bloqueado este viernes la principal carretera de acceso a la ciudad de Tel Aviv, desde donde han desplegado pancartas para denunciar la frágil situación del acuerdo.
En Jerusalén, decenas de familiares de rehenes retenidos en Gaza marcharon hasta el Parlamento, portando sus fotos y reclamando su liberación.
La primera fase de la tregua, negociada con la mediación de Catar, Egipto y Estados Unidos, permitió hasta ahora liberar a 19 rehenes israelíes y 1,134 palestinos. El acuerdo prevé que 33 rehenes sean liberados en esa etapa, a cambio de 1,900 presos palestinos.
La segunda fase debe permitir el regreso de todos los rehenes y el fin definitivo de la guerra, pero su implementación es incierta porque las negociaciones todavía no empezaron. La tercera y última etapa estará consagrada a la reconstrucción de la Franja de Gaza, para la que la ONU calcula que serán necesarios más de 53,000 millones de dólares.
El conflicto empezó el 7 de octubre de 2023, tras el ataque de Hamás en el sur de Israel que causó 1,211 muertos, en su mayoría civiles, según un balance de AFP basado en datos oficiales israelíes. Los comandos islamistas también capturaron ese día a 251 personas, de las que 70 siguen en Gaza, aunque 35 están muertas, según el ejército israelí.
La tregua en Gaza se tambaleó esta semana, después de que Hamás amenazara con suspender la liberación de rehenes e Israel con reanudar la guerra, ambas partes acusándose de violar el acuerdo. Pero tras los esfuerzos de Catar y Egipto, Hamás liberó el sábado a tres rehenes israelíes e Israel a 369 prisioneros palestinos, el sexto intercambio desde el 19 de enero.
El acuerdo se mantiene no obstante frágil. El movimiento islamista palestino, catalogado como organización “terrorista” por Estados Unidos, Israel y la Unión Europea, acusó al Estado hebreo el domingo de “grave violación” después de un ataque que mató a tres policías en Gaza.