Los neoyorquinos amanecieron este martes con algo que apenas habían visto a lo largo de este invierno boreal: nieve.
El Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus siglas en inglés) midió 4,6 centímetros de nieve en Central Park, por lejos la mayor marca en esta temporada.
Nueva York se suele cubrir de blanco al menos un par de veces en esta estación, pero las temperaturas suaves que han predominado este invierno la había mantenido hasta ahora libre de nieve.
Los copos, que comenzaron el lunes por la noche, elevaron el total acumulado en el famoso pulmón verde de Manhattan a solo 5,6 centímetros.
Sin embargo, no duró mucho. A media mañana, la mayor parte de la nieve ya se había convertido en aguanieve, cuando la lluvia comenzó a caer.
Varios distritos escolares cerraron el martes mientras la ciudad se prepara para su primera nevada importante de la temporada.
La oficina de gestión de emergencias del gobierno de la ciudad emitió una advertencia vigente desde las 18H00 locales (23H00 GMT) del lunes a las 13H00 (18H00 GMT) del martes.
Nueva York tiende a tener su primera capa de nieve importante a mediados de diciembre.
La temporada pasada llegó en Nochebuena y este año recién el 1 de febrero, cuando se registró casi medio centímetro en Central Park, el registro más tardío desde que comenzaron las mediciones en 1869.
A lo largo de este invierno, mientras en la ciudad de Nueva York y las áreas costeras del Atlántico circundantes ha habido fuertes lluvias, las tormentas de nieve, algunas de ellas mortales, han tenido lugar a unos cientos de kilómetros más al norte.
Al menos 39 personas murieron cuando cayó hasta un metro de nieve en Buffalo, estado de Nueva York, cerca de la frontera con Canadá, en diciembre.
La ciudad de Nueva York nunca ha pasado toda una temporada de frío sin nieve mensurable. Los científicos dicen que el cambio climático está provocando que los inviernos sean más cálidos y más cortos.