La situación se volvió tensa, luego de que algunas personas quemaran barandillas, carteles y se destruyera un radar en la entrada del puente. “No habíamos visto el puente bloqueado así desde la reforma portuaria [del expresidente] Sarkozy en el 2011”, observó otro participante.
Entre tanto, participantes en las protestas en París volvieron a incendiar contenedores de basura y lanzaron fuegos artificiales hacia las fuerzas del orden. En respuesta, los policías usaron gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes.
En la Plaza de la República un uniformado lanzó una granada de gas lacrimógeno a la muchedumbre, la cual explotó directamente en la cara de un manifestante.