En compañía del embajador de Estados Unidos, Ken Salazar, la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, recorrió la planta de Carbonización Hidrotermal, misma que forma parte de los proyectos para mitigar los efectos del cambio climático a través de la transformación de basura en energía eléctrica.
Durante su mensaje, la mandataria capitalina reconoció a Ken Salazar como “un amigo de México” y agradeció la colaboración que se tiene con la Ciudad de México en materia ambiental, lo que permite alcanzar los objetivos de ambas naciones en cuanto a la disminución de residuos y contaminantes.
“Es un proyecto integral, ambiental, que disminuye los gases de efecto invernadero y que es un proyecto compartido entre nuestros dos países”, dijo Sheinbaum respecto a la planta de carbonización.
Por su parte, Ken Salazar destacó la labor de la jefa de gobierno capitalino y aseguró que “lleva mucho tiempo trabajando para hacer los sueños realidad”. Además, indicó que este tipo de proyectos se pueden replicar en ciudades como Denver, Nueva York, San Francisco y Houston, donde hay problemas de acumulación de basura que se podrían inhibir con plantas recicladoras o productoras de energía.
“La Ciudad de México va adelante enseñándole al mundo, es algo que desde la administración del presidente Joe Biden aplaudimos porque van en muy buen camino”, mencionó.
Por ello, indicó que, en el evento de ciudades sin emisiones contaminantes, denominada “Net Zero Cities”, que se llevará a cabo la próxima semana en Estados Unidos, el embajador será el encargado de dar a conocer los avances que tiene la Ciudad de México en materia climática.
“Queremos asegurar que la Ciudad de México, por el liderazgo de la jefa de gobierno, doctora Sheinbaum, podamos hacer unos ejemplares de lo que están haciendo ustedes acá, para que los demás del mundo vayan conociendo qué se está haciendo”, mencionó.
Al respecto, el coordinador del proyecto de la planta de carbonización hidrotermal, Agustín Álvarez, detalló que se trata de una planta piloto que aprovecha las aproximadamente cuatro mil toneladas diarias de basura orgánica que se producen en la CDMX y es capaz de tratar 72 toneladas de basura al día para convertirla en energía.
“Cuando tengamos listo todos los módulos que tendríamos que construir en la planta, estaríamos dejando de emitir aproximadamente el 10 por ciento de las emisiones totales de la Ciudad de México, entonces es un proyecto con un impacto enorme”, aseveró.