El grupo British American Tobacco (BAT), que fabrica cigarrillos, acordó pagar más de USD 600 millones para resolver las acusaciones de violación de las sanciones estadounidenses contra Corea del Norte, anunció el martes el Departamento de Justicia.
“British American Tobacco y su filial participaron en un elaborado plan para eludir las sanciones de Estados Unidos y vender productos de tabaco a Corea del Norte a través de una sucursal en Singapur”, dijo el fiscal general adjunto Matthew Olsen.
“Se trata de la mayor sanción impuesta a Corea del Norte en la historia del Departamento de Justicia, y la última advertencia a las empresas de todo el mundo sobre los costos y las consecuencias de violar las sanciones estadounidenses”, declaró Olsen. “Este caso y otros similares sirven de advertencia a las empresas que apoyan regímenes deshonestos como el de Corea del Norte a través de sus actividades”, añadió.
El Departamento de Justicia cifró la cantidad total en 629 millones de dólares; BAT dijo que era de 635 millones, sin explicar la diferencia.
La compañía, que ya ha reservado 540 millones de dólares para cubrir el acuerdo, dijo que no tendría ningún impacto en su orientación financiera a los inversores para 2023.
British American Tobacco produce las marcas Lucky Strike, Dunhill y Pall Mall. En 2017 acordó hacerse con Reynolds American Inc, propietaria de marcas como Newport y Camel, creando la mayor tabaquera del mundo que cotiza en bolsa.
“Lamentamos profundamente la mala conducta derivada de las actividades comerciales históricas que condujeron a estos acuerdos, y reconocemos que no cumplimos con los más altos estándares que se esperan de nosotros”, dijo el director ejecutivo de BAT, Jack Bowles.
Las investigaciones del Departamento de Justicia de Estados Unidos y de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro se referían a las actividades comerciales de BAT relacionadas con Corea del Norte entre 2007 y 2017.
BAT admitió que seguía haciendo negocios con el tabaco en Corea del Norte después de declarar públicamente que ya no tenía operaciones con el régimen represivo y de desprenderse de sus ventas a Corea del Norte a una tercera empresa. Las compras norcoreanas de tabaco se realizaban a través de empresas pantalla que ocultaban las conexiones a los bancos estadounidenses que procesaban las transacciones.
La empresa dijo que puso fin a todas esas actividades en 2017.
Las Naciones Unidas impusieron sanciones a Corea del Norte después de que Pyongyang realizara una prueba nuclear en 2006, y Estados Unidos impuso unilateralmente restricciones aún más fuertes al comercio con el país.