La invasión rusa a Ucrania, la escalada china en el estrecho de Taiwán, las pruebas norcoreanas de misiles, convergen en un desafío a la influencia de Estados Unidos en el noreste de Asia.
Estados Unidos enfrenta en este momento un desafío múltiple por parte de sus adversarios en el noreste de Asia: la invasión de Rusia a Ucrania, la escalada militar de China en el estrecho de Taiwán y las continuas pruebas de misiles de Corea del Norte.
Y es que, a medida que aumentan las tensiones militares entre Estados Unidos y los principales aliados de Corea del Norte – China y Rusia –, Pyongyang ha expresado su apoyo inequívoco a Moscú y Pekín mediante críticas afiladas a la política estadounidense.
Lo que termina por encender más las alertas, es lo que China, Rusia y Corea del Norte consideran como una burla y desafío de Estados Unidos: la visita de la presidenta de la Cámara Baja estadounidense, Nancy Pelosi, a Taiwán, lo que se definió como una «imprudente interferencia en los asuntos internos de otro país», apoyando así la postura de China.

«La situación actual demuestra que la injerencia sin escrúpulos de Estados Unidos en los asuntos internos y las provocaciones políticas y militares intencionadas son la causa fundamental del daño a la paz y la seguridad de la región», dijo un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores norcoreano en declaraciones recogidas por la agencia de noticias KCNA.
Piongyang también defendió que «Taiwán es una parte inseparable de China, por lo que cualquier problema relacionado con el mismo se debe tratar como un asunto interno de Pekín», y añadió que «apoyan totalmente al Gobierno de China y su derecho a defender su soberanía nacional e integridad territorial».
Hay que mencionar que el Consejo de Agricultura de Taiwán (COA) alertó que la Administración General de Aduanas de China ha suspendido la importación de algunos productos alimenticios procedentes de proveedores taiwaneses por un presunto incumplimiento del sistema aduanero chino, con motivo de la visita de la funcionaria estaounidense.
En tanto, el gobierno de China dijo que Washington debe asumir la responsabilidad por haber permitido la visita de Nancy Pelosi a Taiwán.
Incluso, el viceministro de Exteriores de China, Xie Feng, advirtió que “China tomará decididamente las contramedidas y haremos lo que decimos».
En paralelo, el Ejército Popular de Liberación de China (EPL) anunció que realizará «importantes ejercicios» con fuego real en seis zonas marítimas en torno a Taiwán y sus respectivos espacios aéreos entre el 4 y el 7 de agosto. Durante ese plazo de tiempo, se prohibirá la entrada de barcos y aviones a las áreas en cuestión por razones de seguridad.
Parece un cocktail más que perfecto para que, una imprudencia o una mala decisión, pongan al mundo en un escenario impensado: la tercera guerra mundial.
