Casi 110 mil personas murieron el año pasado por sobredosis de drogas en Estados Unidos, según datos federales preliminares, una cifra asombrosa que, sin embargo, representó un asentamiento después de dos años de fuertes aumentos.
El recuento preliminar de 109 mil 680 muertes por sobredosis fue solo un poco más alto que la cifra de 2021, cuando se estimó que murieron 109 mil 179 personas, de acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).
Las muertes por sobredosis habían aumentado significativamente ese año y el año anterior, aproximadamente un 17 por ciento en 2021 y un 30 por ciento en 2020.
Rahul Gupta, director de la Oficina de Política Nacional de Control de Drogas de la Casa Blanca, dijo en un comunicado el miércoles que las estrategias de sobredosis de la Administración Biden estaban funcionando.
Aún así, los datos recientemente publicados ofrecieron la última indicación de los efectos catastróficos del fentanilo, un opioide sintético que a menudo se mezcla con estimulantes y otras drogas y puede pasar desapercibido antes de que se ingiera.
Los opioides sintéticos contribuyeron a unas 75 mil muertes por sobredosis el año pasado, según los CDC.
Las sobredosis de drogas han contribuido a una disminución de la esperanza de vida los Estados Unidos y son una de las principales causas de muerte en el país.
Otras drogas que se pueden mezclar con fentanilo, como el tranquilizante animal económico y adictivo xilazina, han aumentado los peligros del uso de opioides.
El mes pasado, la Oficina de Política Nacional de Control de Drogas designó a la xilazina como una “amenaza emergente de las drogas”, una medida que requiere que la Administración de Biden organice un plan gubernamental para responder a la propagación de la droga.
Muchas de las intervenciones que la Administración de Biden ha pedido en un intento por reducir las muertes por sobredosis están vagamente organizadas en una estrategia conocida como “reducción de daños”, que fomenta el uso de herramientas que hacen que el consumo de drogas sea más seguro.
El Presidente Joe Biden es el primer Mandatario en respaldar la estrategia. Una parte clave de la estrategia es la naloxona, un medicamento para revertir la sobredosis que ahora se puede vender sin receta.