La tumba de Mahsa Amini, joven kurda iraní cuya muerte desencadenó un movimiento de protesta de gran magnitud contra los dirigentes políticos y religiosos iraníes, fue atacada, según militantes y el abogado de la familia.
La Red de derechos humanos del Kurdistán (KHRN), con sede en Francia, declaró que la tumba, donde se ve en grandes letras persas su nombre kurdo Zhina, fue atacada en la mañana del 21 de mayo.
Imágenes publicadas por las redes sociales, que provendrían de la cuenta Instagram de su hermano Ashkan, mostraron que el vidrio que protege un retrato de Amini sobre la lápida fue roto.
“Desgraciadamente el domingo por la mañana, personas que conocemos ya y que ya actuaron de la misma forma en el pasado, atacaron la tumba de Zhina Mahsa Amini”, declaró el abogado de la familia Saleh Nikbakht en un comunicado publicado por KHRN. No precisó quienes eran los individuos, y agregó que las autoridades intervinieron antes para impedir la construcción de un toldo de protección sobre la tumba.
Mahsa Amini, de 22 años, murió el 16 de septiembre, tras ser detenida por la policía de la moral cuando se encontraba de visita a Teherán con su hermano y sus primas.
El estado niega cualquier implicación en su muerte. La familia dice que murió a causa de un golpe que recibió en la cabeza mientras estaba detenida, pero las autoridades dicen que se debió a problemas de salud anteriores.
El epitafio grabado en su tumba dice: “No has muerto Mahsa, tu nombre se convierte en un símbolo”.
Para muchos, Mahsa personifica la lucha contra la obligación de llevar el velo y se convierte en la figura unificadora de la protesta.