Las autoridades chinas pidieron calma y contención frente a la nueva doctrina nuclear ratificada por el presidente ruso, Vladimir Putin, y que amplía el tipo y origen de las amenazas ante las cuales Moscú podría responder recurriendo a este tipo de armamento.
El portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Lin Jian, ha indicado que bajo las circunstancias actuales es necesario que todas las partes actúen con calma y trabajen juntas para allanar el camino hacia el diálogo.
Así, expresó la importancia de rebajar las tensiones mediante consultas y reducir los riesgos estratégicos, unas palabras que van en la línea de la postura adoptada por Pekín respecto a la guerra desde el inicio de la invasión de Ucrania hace ya casi tres años.
Recalcó que la postura del gigante asiático sobre el conflicto se mantiene consistente y clara y expresó que espera que todos los países tomen las medidas necesarias para rebajar la tensión y comprometerse con una solución que ponga fin a la crisis.
“Esta postura no ha cambiado, y China seguirá desempeñando un papel constructivo sobre este asunto”, dijo.
La ratificación de esta nueva doctrina llega después de que Estados Unidos haya autorizado a Ucrania a emplear armamento estadounidense de largo alcance para atacar territorio ruso, lo que ha llevado a Moscú a recalcar que la medida implica un aumento de las tensiones y supone, de confirmarse, un paso más en la “implicación directa” en el conflicto por parte de Washington.