La reciente sanción de un estudio de comedia por parte de China ha generado temor en el ámbito cultural del país, recordando la creciente limitación del espacio público para la expresión artística bajo el mandato del presidente Xi Jinping.
Las autoridades multaron la semana pasada a Xiaoguo Culture Media con millones de dólares y suspendieron sus actuaciones indefinidamente después de que un cómico hiciera una broma indirecta sobre el Ejército de Liberación Popular (ELP).
El comediante Li Haoshi hizo referencia a un conocido eslogan del ELP al bromear sobre ver a sus perros perseguir una ardilla, lo cual las autoridades anunciaron posteriormente que “causó un mal impacto social” y quebrantó la ley.
La escena artística china siempre ha estado fuertemente censurada por el gobernante Partido Comunista, y bajo el mandato de Xi, las autoridades han intensificado esa supervisión.
Pero la rápida represalia contra Xiaoguo representa “un triste ‘nuevo mínimo’ en la tolerancia oficial china hacia el discurso no convencional”, según Vivienne Shue, de la Universidad de Oxford.
En el pasado, “habría sido más común dejar a tales transgresores públicos solo con una advertencia privada”, dijo.
En cambio, las autoridades multaron a la compañía con 14.7 millones de yuanes (2.13 millones de dólares) y abrieron una investigación contra Li.
La multa “fue claramente emitida siguiendo la antigua práctica china de ‘matar a una gallina para asustar a los monos’”, dijo Steve Tsang, director del Instituto China de SOAS.
Los días posteriores al anuncio se produjeron numerosas cancelaciones de último momento de espectáculos musicales y de comedia en todo el país.
En algunos casos, se atribuyó a “fuerza mayor”, pero otros no dieron razones y no dijeron si los espectáculos se llevarían a cabo en el futuro.
Kanho Yakushiji, músico japonés cuyo grupo coral budista tenía previsto actuar en Hangzhou, Shanghái y Pekín, dijo en Instagram que no entendía las cancelaciones.
Un miembro del personal de un lugar en la ciudad sureña de Shantou dijo que un espectáculo de rock había sido pospuesto mientras se hacía “una nueva solicitud de aprobación oficial”, pero que desconocían la razón exacta.
Varios artistas contactados por la agencia de noticias AFP se negaron a comentar sobre el clima actual, temiendo empeorar las represalias.
El stand-up puede ser particularmente arriesgado, ya que es una forma de comedia relativamente nueva en China y “es difícil conocer los límites apropiados”, según Xiaoning Lu, de SOAS.
También es visto por algunos nacionalistas como una importación occidental que socava la “confianza cultural” china, dijo.
El Partido Comunista históricamente ha mantenido un control estricto sobre las artes, utilizándolas para la propaganda política y reprimiendo cualquier cosa que se acerque a la disidencia.
El líder Mao Zedong dijo una vez que no existe “tal cosa como… un arte que esté separado o sea independiente de la política”.
La semana pasada, Xi escribió a los empleados del Museo Nacional de Arte de China, instándolos a “mantener la orientación política correcta”, según los medios estatales.
“En China, cualquier cosa que implique insultos a la dignidad y el orgullo nacionales no es un asunto trivial”, dijo Zou, de la Universidad Bautista. “Es donde es más probable que converjan los intereses del Estado y la opinión pública”.