La Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo el martes que había registrado 1.004 ataques contra el sistema sanitario en Ucrania durante la invasión rusa, la cifra más alta registrada por la organización en cualquier conflicto.
Los ataques apuntaron a centros sanitarios, suministros y medios de transporte, incluyendo ambulancias.
Rusia envió decenas de miles de soldados a Ucrania hace más de 15 meses, iniciando la mayor guerra en Europa desde la Segunda Guerra Mundial. Las hostilidades han matado a miles de civiles y desplazado a millones, según cifras de la ONU.
El pasado 24 de mayo, los Estados miembros de la OMS votaron por amplia mayoría una resolución que condena los ataques de Rusia contra el sistema de salud ucraniano, en la Asamblea Mundial de la Salud en Ginebra.
El texto, que exige que Rusia cese “de manera inmediata todo ataque contra los hospitales y otros establecimientos de salud” en Ucrania, fue adoptado por 80 votos a favor y nueve en contra, entre ellos los rusos, China, Corea del Norte, Bielorrusia y Cuba.
Poco antes de la votación, la embajadora ucraniana ante la ONU en Ginebra, Yevheniia Filipenko, afirmó que “las máscaras de Rusia cayeron el 24 de febrero del año pasado cuando lanzó su agresión no provocada contra Ucrania, infligiendo una grave emergencia sanitaria”.
La diplomática acusó a Rusia de continuar “sus ataques diarios contra infraestructuras críticas y civiles” en todo el país.
Unos 52 países, del total de 177 Estados miembros de la Organización Mundial de la Salud que podían participar de la votación, se abstuvieron, entre ellos Hungría, única nación de la Unión Europea que no apoyó la resolución.
Rusia y Siria presentaron su propio texto que hacía referencia a “la grave preocupación frente al deterioro de la situación humanitaria en Ucrania y los alrededores”, pero que no mencionaba la invasión rusa.