La pobreza empuja a decenas de mujeres jóvenes embarazadas a dar a su bebé en adopción a cambio de dinero en Filipinas, donde padres y madres en busca de un hijo pueden “comprar” un bebé a través de Facebook por apenas unos cientos de euros.
La crisis económica en el mundo orilla en diversas ocasiones a la población que padece dicha carencia de dinero a llevar a cabo actos que vulneran los derechos humanos como lo es el caso de Filipinas en donde jóvenes embarazadas dan en adopción a sus bebés a cambio de dinero.
Esta situación se agrava cuando la adopción se da a través de páginas de Facebook que ofrecen a los infantes por unos cuantos euros. Muestra de esto fue el caso de una esteticista Filipina de 39 años quien ingresó a una página de Facebook con la intención de cotizar una muñeca, sin embargo se topo con la respuesta de la comerciante quien le dijo que no era un juguete sino un bebé de verdad a quien iba a tener en aproximadamente un mes y por el cual estaba pidiendo 400 euros.
Aunque el Ministerio de Asuntos Sociales reconoció en 2019 que existían “cientos de miles” de personas con registros de nacimiento falsificados, no hay datos ni estudios sobre las ventas ilegales y opacas de bebés, a menudo realizadas a través de las redes sociales.
El Gobierno filipino, que castiga las adopciones ilegales con cadena perpetua y multas de hasta 84.000 euros, persigue estas actividades ilícitas que están consideradas como “tráfico de seres humanos” y que han proliferado en los últimos años, especialmente en Facebook, utilizada por más del 90 por ciento de los filipinos.
“Cada vez hay más páginas de Facebook donde se adoptan niños ilegalmente”, cuenta la consultora Wilhelmina Dacanay, de la asociación Kaisahang, oenegé dedicada a la protección de niños vulnerables en Filipinas y financiada por el Ministerio de Asuntos Sociales filipino.
Dacanay alerta de que las adopciones ilegales aumentan en Filipinas y explica que la falta de papeles con que se realizan muchas de estas transacciones deja a los niños indefensos ante un posible abandono, con muchos de ellos “en la calle antes de cumplir los 18 años.
Otro posible percance es la “venta fallida”, cuando la madre adoptiva se arrepiente de su “adquisición” y devuelve al pequeño a los brazos de su madre biológica.
En este mercado virtual también se producen trueques de bebés para obtener una criatura del sexo deseado: si la madre compradora decide que quiere una niña en lugar de un niño, presenta su caso en las redes para intercambiarlo.