Los Carabineros italianos detuvieron este jueves a siete trabajadores de una residencia geriátrica de Nápoles (sur) debido a las agresiones, amenazas, humillaciones y malos tratos continuados a los que sometían a los residentes, entre los que figuraba una mujer de 100 años.
Los ancianos víctimas de las agresiones, todos de más de 80 años, sufrían múltiples episodios de “indiferencia deliberada” en la atención a sus necesidades básicas, abandonados durante largos periodos de tiempo, además de violencia física y psíquica grave de forma cotidiana, según los medios locales.
Los agentes están verificando de forma urgente el estado de salud de los ancianos y las condiciones del centro geriátrico privado, en el acomodado barrio napolitano de Chiaia.
Según las indagaciones, los empleados y enfermeros del centro ignoraban reiteradamente las peticiones de ayuda de los internos, incluso de los de mayor edad, como la mujer centenaria.
De los siete detenidos, dos hombres y una mujer ya han ingresado en prisión, mientras que el resto permanecen bajo arresto domiciliario.
Además, tres de estos trabajadores recibían, directa o indirectamente, una renta de ciudadanía para desempleados a la que no tenían derecho, según las investigaciones ordenadas por la sección de “Violencia de género y protección a los sectores más débiles de la población” de la Fiscalía de Nápoles.
Los investigadores pudieron comprobar las agresiones físicas, los insultos, amenazas y humillaciones, gracias a los audios y vídeos recogidos por unas cámaras instaladas en la residencia.