Compañera fiel durante los días de pandemia, pero cuya obligación de uso expiró hace 255 días, la exigencia de utilizar mascarilla vuelve en Chile.
Todo es una consecuencia de la crisis en la salud por la alta circulación de virus respiratorios, especialmente el sincicial, y a partir de este miércoles su utilización es obligatoria en espacios cerrados para todos los escolares que tengan desde 5 años y mientras esté vigente la alerta sanitaria.
“Lo estamos anunciando en acuerdo con el ministro de Educación. Estableceremos el uso obligatorio de mascarillas en los establecimientos escolares hasta el fin de la alerta sanitaria, que en este momento es el 31 de agosto”, dijo la ministra de Salud Ximena Aguilera en una sesión especial en la Cámara de Diputados.
Aunque no es obligatorio, la ministra también sugirió la utilización del barbijo en espacios cerrados y en el transporte público. En clínicas, hospitales y consultas médicas el cubrebocas no ha dejado de ser obligatorio.
Aguilera llegó hasta el Congreso para dar cuenta de la estrategia desarrollada por la cartera para aumentar los cupos en el sistema para dar respuesta ante el alza de consultas y hospitalizaciones por problemas de salud respiratorios.
También contó que se ha estado reuniendo con ex ministros de Salud (de hecho, lo de las mascarillas salió de uno de estos encuentros), y que se convocará a un comité de expertos, entre ellos miembros de la Comisión Nacional de Respuesta Pandémica de los colegios de Enfermeras y Kinesiólogos.
El otoño se ha dejado caer con inusitada virulencia en Chile, con uno de los brotes de virus sincicial más grandes de los últimos años.
Hasta ayer, la ocupación de camas críticas pediátricas había alcanzado las 1.090, de un total de 1.173. O sea, un 92,9%. En las regiones de Valparaíso, Ñuble y Magallanes no hay más cupos.
Las autoridades han recomendado aislar a niños menores de un año, y evitar sacarlos de sus casas. El consejo incluye abstenerse de asistir con ellos a reuniones familiares, lugares con aglomeraciones, como centros comerciales; y evitar contacto con personas enfermas.
El manejo de la crisis también ha costado cabezas. Ayer, el Presidente Boric aceptó la renuncia del subsecretario de Redes Asistenciales, el médico Fernando Araos, quien era el apuntado por la oposición por su responsabilidad en la gestión de la crisis.
Su renuncia congeló la amenaza de acusación constitucional contra la ministra Aguilera que habían levantado desde la derecha y que ellos mismos ven como una segunda oportunidad para la titular del Minsal.