Canadá y República Dominicana se han comprometido a seguir trabajando para apoyar una solución “a largo plazo” a la grave crisis en Haití, después de que Santo Domingo negara que haya acordado con el Gobierno del país norteamericano instalar en su territorio una oficina para coordinar apoyo a la Policía haitiana.
En un comunicado conjunto, publicado el miércoles por el Ministerio de Asuntos Exteriores dominicano, ambas naciones destacaron la importancia de “restablecer la estabilidad” en el país caribeño, ya que esto “reducirá la carga desproporcionada sobre República Dominicana, su único vecino terrestre, incluyendo las tensiones sociales y la presión presupuestaria que se generan en los servicios sociales”.
Las partes indicaron que la escala de la crisis en Haití “requiere una mayor cooperación internacional para el desarrollo, asistencia humanitaria y seguridad”. En este contexto, anunciaron la ampliación de la coordinación en los territorios de los tres países y otros lugares de acuerdo a las necesidades, incluyendo “una mayor presencia diplomática” en las Embajadas canadienses en Puerto Príncipe y Santo Domingo.
En paralelo, remarcaron los esfuerzos para hacer frente a la crisis en el país a través de la Oficina Integrada de las Naciones Unidas en Haití, así como los trabajos liderados por EE.UU. y la Comunidad del Caribe (Caricom), entre otros, para “restablecer el Estado de derecho en Haití y aliviar la inseguridad alimentaria”.
El pasado jueves, la ministra de Asuntos Exteriores canadiense, Mélanie Joly, anunció que su país planeaba instalar en República Dominicana un centro para coordinar la ayuda a Haití. Al día siguiente, el canciller dominicano Roberto Álvarez escribió en Twitter que el Gobierno “no ha discutido, acordado o concedido autorización alguna” para establecer ninguna oficina en su territorio.