Miles de ciudadanos salieron a la calle este sábado en Estados Unidos para protestar por el retroceso de los derechos de las mujeres, el día en el que se cumple un año de la histórica sentencia del Tribunal Supremo que acabó con la protección federal del derecho al aborto.
Con lemas como: “Seguimos siendo la resistencia y no vamos a retroceder”, miles de estadounidenses dejaron claro su rechazo a las leyes que han surgido en el último año en muchos estados del país como Texas, donde no se puede abortar más allá de la sexta semana de embarazo, y Wisconsin, donde hay una prohibición total.
Medio millar de ciudadanos participaron en las actividades de esta jornada en Washington DC, que han incluido una marcha hasta el Tribunal Supremo, donde hace un año se tumbó la sentencia Roe contra Wade, que había protegido a nivel federal el derecho a abortar en el último medio siglo.
Cambiar de estado es una de las prácticas a las que se han visto abocadas millones de mujeres para poder abortar. No solo las que deciden no continuar con sus embarazos porque no quieren ser madres en ese momento, sino también aquellas a las que se les detectan problemas de salud en el feto y tampoco pueden abortar en sus estados.
Aunque mucho menos numerosas que las de hace un año, cuando miles de ciudadanos se lanzaron a las calles enfurecidos por la decisión del Supremo, se han celebrado actos en las principales ciudades del país como Chicago, Atlanta o Charlotte, ciudad elegida por la vicepresidenta Kamala Harris para ofrecer un discurso.
A través de un comunicado, el presidente Joe Biden denunció hoy que los republicanos del Congreso “quieren prohibir el aborto en todo el país”, con una agenda política “extrema, peligrosa y que está fuera de sintonía con la gran mayoría de los estadounidenses”.