“Las condiciones de El Niño se han desarrollado en el Pacífico tropical por primera vez en siete años”, avisó la Organización Meteorológica Mundial. Ese fenómeno generará un probable aumento de las temperaturas globales. Expertos de las Naciones Unidas en diferentes disciplinas también alertaron cuáles pueden ser los impactos de El Niño en América, con inundaciones y sequías.
El Niño es un fenómeno natural que consiste en el aumento de las temperaturas del océano en la parte central y oriental del Pacífico ecuatorial. Tiene una gran influencia en las condiciones climáticas de diversas partes del mundo, y puede -indirectamente- afectar la salud humana.
Al activarse El Niño, podría haber una aumento de las lluvias y tormentas en algunas zonas del sur de Sudamérica y el sur de Estados Unidos.
Pero también el mismo fenómeno podría provocar sequías en otras zonas. Los expertos de la Organización Meteorológica Mundial pronosticaron que podrían producirse sequías en Centroamérica y en el norte de Sudamérica.
Durante el verano boreal, las aguas cálidas de El Niño pueden alimentar huracanes en el centro y el este del océano Pacífico. En cambio, que podrían dificultar la formación de huracanes en la cuenca atlántica.
El representante regional de la Organización Meteorológica Mundial, Julio Báez Benítez, dijo días atrás en un conversatorio virtual sobre el problema: “El Niño ya está instalado y tiene consecuencias en toda América Latina y el Caribe, con mayor intensidad en algunas regiones que otras. Anticiparse a sus potenciales impactos es lo mejor que se puede hacer”.
Las condiciones actuales muestran un calentamiento en las aguas del Pacífico Occidental cerca de las costas de Colombia y Perú.
Para julio, agosto y septiembre, en base a diferentes modelos, se empezarán a ver impactos significativos en déficit de lluvias en América Central, parte del Caribe, y norte de Sudamérica. Mientras que habría más lluvias en países como la zona central de Chile, y el sur de Brasil y Uruguay.
Esto implicaría más lluvias en Ecuador, sur de Colombia y norte de Perú, y más déficit de lluvias en otras partes de América del Sur y América Central.
En América Central, se podrían producir reducción de cosechas y aumentar los precios de los alimentos, según la representante de la Organización Mundial de Alimentación (FAO). En Colombia y Venezuela, podrían reducirse las lluvias y afectar la producción de maíz y arroz. Ecuador y Perú tendrían más lluvias y podrían aumentar el riesgo de hongos en cultivos y enfermedades en los animales. En Bolivia, se podría afectar cultivos como el de maíz.