El gobierno de Francia abogó este miércoles por “suspender” algunas de las funciones de las redes sociales y descartó querer aplicar un “apagón generalizado” en caso de disturbios, tras unas polémicas declaraciones la víspera del presidente Emmanuel Macron.
Durante una reunión el martes con alcaldes de decenas de localidades golpeadas por los disturbios de la última semana, Macron habló de la posibilidad de “regular o cortar” las redes sociales en los casos más extremos.
Afirmo que se debe reflexionar sobre el uso de estas redes entre los más jóvenes, en las familias, en la escuela, además de analizar sobre las prohibiciones que se deben de adoptar, aseguró Macron, en unas declaraciones confirmadas por su oficina.
“Cuando las cosas se nos van de las manos durante un tiempo, nos decimos: a lo mejor nos estamos poniendo en una situación de regularlas o cortarlas (…) Es importante no hacerlo de improviso. Me alegro de que no hayamos tenido que hacerlo”, agregó.
La clase política criticó esta idea. “¿Cortar el acceso a las redes sociales? ¿Como China, Irán, Corea del Norte?”, aseguró el diputado derechista Olivier Marleix. “OK Kim Jong Un”, abundó irónicamente su par izquierdista Mathilde Panot.
La presidencia francesa indicó que Macron no dijo “en ningún momento que se planteara cortar las redes sociales en el sentido de un apagón generalizado”, sino que se refirió a “poder suspender[las] temporal y puntualmente”.
Preguntado en rueda de prensa al término de una reunión del Consejo de Ministros, el vocero del gobierno, Olivier Véran, indicó por su parte que se trataría de “suspender” algunas funciones como la geolocalización.
En su opinión, esta función permite “a los jóvenes reunirse en un lugar determinado, mostrando escenas de cómo prender fuego”. “Son llamados a organizar el odio en el espacio público y aquí se tiene autoridad para poder suspender”, agregó.
El 27 de junio, la muerte de un joven baleado por la policía durante un control de tránsito en un suburbio de París provocó un estallido de violencia con miles de detenidos y autos quemados, que se calmó en las últimas noches.
En total, desde el inicio de las protestas, más de 3.490 personas han sido detenidas, y más de 800 agentes del orden y 35 bomberos han resultado heridos. Unos 200 comercios fueron blanco de saqueos, mientras 300 sucursales bancarias y 250 estancos resultaron afectados.