La disputa legal sobre el testamento de la cantante estadounidense Aretha Franklin, quien falleció en 2018, llegó a juicio este lunes en un tribunal que maneja asuntos de sucesiones en Michigan.
Tres de los cuatro hijos de la reina del soul, que llevan años batallando sobre la validez de dos testamentos manuscritos que fueron encontrados en la casa de Franklin meses después de fallecer, se presentaron hoy ante el tribunal, que en esta jornada seleccionó al jurado.
Uno de los documentos, oculto bajo los cojines de un sofá, estaba fechado en 2014 y el otro, que estaba dentro de un armario, había sido redactado por Franklin en 2010.
La disputa, que será analizada por el jurado y la jueza Jennifer Callaghan, del condado de Oakland en Michigan, se centra en cuál de los dos documentos debe ser reconocido como el que refleja la voluntad de la cantante de Respect.
Se estima que la herencia, que incluye prendas de lujo, joyas, inmuebles y regalías por uso de las canciones de Franklin, está valorada en unos 18 millones de dólares, dijo el abogado de uno de los hijos de la artista al diario The New York Times.
Sin embargo, la cantidad final se verá reducida por un acuerdo con el Servicio Interno de Impuestos (IRS) de Estados Unidos para resolver el impago de más de 8 millones de dólares en impuestos, a través de un porcentaje de las regalías de la música de Franklin.
Los cuatro hijos de la cantante se encuentran enfrentados por la interpretación de los deseos póstumos de su madre: dos de ellos, Kecalf Franlkin y Edward Franklin argumentan que el documento de 2014 es el único que tiene validez, mientras que su tercer hijo, Ted White II, considera que el testamento verdadero es el de 2010.
Su otro hijo, el mayor, Clarence Franklin, no participará en el juicio, ya que sufre de una enfermedad mental, sin embargo, ambos testamentos señalan que la herencia de la cantante debe poder sostenerlo financieramente.
El testamento de 2010 coloca a White como el administrador de su patrimonio y exige a sus otros dos hijos, Kecalf y Edward Franklin, obtener un certificado o diploma en negocios antes de acceder a la herencia.
Sin embargo, el texto de 2014, elimina los requerimientos de formación en negocios y coloca a Kecalf como el administrador de la fortuna y el heredero de una mansión de la cantante a las afueras de Detroit.
A su vez, el testamento más moderno también ordena a los familiares subastar los trajes de sus actuaciones en la casa de subastas Sotheby, en Nueva York, o donarlos a los museos Smithsonian.