Al igual que las protestas en toda Europa, miles de agricultores en España realizaron el miércoles un segundo día de manifestaciones de tractores en todo el país, bloqueando carreteras para exigir cambios en las políticas agrícolas de la Unión Europea y medidas para combatir los aumentos de los costos de producción y la grave sequía.
Las protestas provocaron el bloqueo de varias carreteras nacionales importantes. El acceso al puerto oriental de Castellón y al aeropuerto sureste de Jerez quedaron cortados temporalmente. La agencia estatal de noticias Efe dijo que 1.000 tractores se dirigían lentamente hacia el centro de la ciudad de Barcelona, provocando importantes atascos en las carreteras hacia la capital portuaria del noreste de la región española de Cataluña.
Las protestas, en las que participaron varios miles de personas en tractores y otros vehículos, no han contado con el respaldo de las tres principales organizaciones agrícolas de España, que han convocado protestas separadas en los próximos días.
Varios informes de los medios han vinculado muchas de las protestas del martes y miércoles con grupos conservadores. Hasta el momento no ha habido incidentes graves. Se espera que las manifestaciones continúen durante las próximas semanas con una gran protesta en Madrid el 21 de febrero.
Hablando en el parlamento español el miércoles, el primer ministro Pedro Sánchez prometió ayudar a los agricultores y llevar su caso a Europa.
El Ministerio de Agricultura anunció el martes unos 270 millones de euros (290 millones de dólares) en ayuda a 140.000 agricultores para compensar la grave sequía de España y los problemas causados por la guerra de Rusia contra Ucrania. El ministro de Agricultura, Luis Planas Puchades, se reunió con los sindicatos de agricultores el viernes, pero no logró persuadirlos para que detuvieran las protestas.
En los últimos días ha habido otras protestas en países como Francia, Polonia y Grecia.
La Comisión Europea, el poder ejecutivo de la UE, ya ha hecho concesiones a los agricultores durante las últimas semanas en materia de normas ambientales y de ayuda, y esta semana decidió archivar los planes para reducir a la mitad el uso de pesticidas y otros productos peligrosos.
La ministra de Asuntos Exteriores de Bélgica, Hadja Lahbib, que actualmente ocupa la presidencia rotatoria de la UE, dijo el miércoles que las normas que rigen la agricultura es necesario reevaluar a la luz de las realidades actuales.
El vicepresidente de la Comisión Europea, Maroš Šefčovič, dijo que la escasez de recursos, las crisis de precios y un mercado global cada vez más competitivo están teniendo un enorme impacto en el sector agrícola y las comunidades rurales.
Sin embargo, la inacción probablemente complacería a muchos de los agricultores que protestan, ya que podría retrasar los planes actuales de la UE que exigen costosos cambios burocráticos y la aprobación de acuerdos internacionales de libre comercio que llevarían productos agrícolas baratos a los mercados europeos.