Google está trabajando con importantes medios de comunicación el diseño de una herramienta basada en inteligencia artificial (IA) que ayude a los periodistas a informar y redactar sus historias, anunció el gigante tecnológico este jueves.
El diario estadounidense The New York Times fue el primero en revelar este proyecto, en el que colabora junto a The Washington Post y The Wall Street Journal en los ensayos del nuevo producto.
Citando fuentes anónimas, el reporte del periódico asegura que la herramienta, conocida internamente como “Genesis”, se encuentra en una fase inicial de pruebas, pero lo suficientemente avanzada como para que algunos de los ejecutivos que vieron sus capacidades la consideraran “inquietante”.
“En asocio con medios de comunicación, especialmente los más pequeños, estamos en las primeras etapas de la exploración de ideas para potencialmente proveer herramientas de IA que ayuden a sus periodistas con su trabajo”, avanzó una portavoz de Google en un comunicado.
Agregó que, “sencillamente, estas herramientas no pretenden, ni pueden, reemplazar el papel esencial que tienen los periodistas a la hora de informar, crear y verificar sus historias”.
La herramienta funcionaría como una especie de copiloto para reporteros y editores, ofreciendo opciones de titulares o diferentes estilos de redacción, según la tecnológica.
El anuncio de este proyecto de Google se produce tras la noticia de un acuerdo entre OpenAI y The Associated Press (AP), por el que se le concedió a la firma creadora de ChatGPT una licencia para utilizar los archivos de dicha agencia internacional de noticias desde 1985 para entrenar a la IA.
“El arreglo prevé que OpenAI obtenga la licencia de parte del archivo de textos de AP, mientras que AP aprovechará la tecnología y la experiencia en productos de OpenAI”, afirmaron ambas organizaciones en un comunicado conjunto la semana pasada.
La aparición el año pasado de ChatGPT y otros desarrollos de IA generativa, capaz de crear todo tipo de textos o imágenes a partir de una simple pregunta, causó gran inquietud entre creadores de contenidos, como artistas, autores o periodistas.
Varias demandas han sido interpuestas contra las empresas implicadas, entre ellas OpenAI.
Los profesionales las acusan de utilizar sus contenidos sin consentimiento ni remuneración para alimentar sus programas informáticos.