Para conmemorar el centenario luctuoso de Francisco “Pancho” Villa, considerado el jefe de la Revolución Mexicana, fue inaugurada la exposición fotográfica “El Ocaso del Centauro” en la Galería Abierta Gandhi de las rejas del Bosque de Chapultepec, donde permanecerá hasta el 3 de septiembre.
A través de 58 fotografías del Archivo Casasola, el público visitante podrá conocer la última etapa de vida del revolucionario, imágenes que forman parte de los reportajes gráficos que Gustavo Casasola Zapata publicó en 1921 en la revista argentina Caras y Caretas, momentos íntimos en los que fue retratado desde su rendición en Sabinas, Coahuila, hasta su retiro en la Hacienda de Canutillo.
La muestra incluye 20 instantáneas sobre los inicios del caudillo, cuyo verdadero nombre fue José Doroteo Arango Arámbula, quien en 1910 se levantó en armas contra Porfirio Díaz convirtiéndose en el gran estratega militar que logró decisivas victorias, incluida su entrada a la Ciudad de México en diciembre de 1914 junto con las tropas de Emiliano Zapata.
“Agradezco a la Fundación Casasola por abrir sus archivos y compartirnos sus tesoros. Estas fotos nos muestran desde 1911 a un Villa muy temprano en la Revolución hasta la visita de un Gustavo Casasola muy joven en Canutillo en 1921, pasando por múltiples sucesos emblemáticos de su vida y la histórica Revolución como la icónica imagen de Villa cargando el féretro de Abraham González, la toma de la Ciudad de México o los acontecimientos que llevaron a la expedición Punitiva, este impresionante momento en que se da permiso al ejército estadounidense para venir a buscar a Villa”, externó Regina Tapia, directora del Archivo Histórico de la CDMX en representación de la titular de la Secretaría de Cultura capitalina, Claudia Curiel de Icaza.
La funcionaria capitalina estuvo acompañada de Gustavo Casasola Salamanca, director de la Colección Gustavo Casasola, y Vania Casasola Córdoba, directora y fundadora de Casasola México, así como del bisnieto del General, Martín Villa García.
“En este centenario luctuoso de Francisco Villa tenemos la profunda oportunidad de honrar el trabajo de mi abuelo, Gustavo Casasola Zapata, quien era un fotógrafo de 20 añitos cuando tomó las fotos que se muestran al final de la exposición, a esa edad mi abuelo estaba ganándose la confianza del General más legendario de la Revolución, lo retrató en Salinas, Coahuila y le cayó bien, luego lo invitó junto con el ingeniero Elías Torres a visitarlo en Canutillo y es por eso que tenemos estas últimas fotografías”, compartió Vania Casasola, quien agradeció a su padre y abuelo el legado histórico de su familia.
“Algo de lo que estamos muy agradecidos este año es sacar, de todos estos grandes museos y galerías, un poquito de memoria y reflexión histórica y llevarla a la calle que es a donde se necesita. Qué bueno que al menos en el camino al trabajo o a la escuela, todos esos jóvenes, todas esas madres de familia y trabajadores tengan la oportunidad de recordarse quién fue Francisco Villa y Emiliano Zapata, así lo hemos hecho en este año del General”, dijo Martín Villa.
Con tan sólo 20 años de edad, Gustavo Casasola Zapata, hijo de Agustín Víctor Casasola, quien fundó su agencia en 1911 y la cual resguarda las instantáneas que se han convertido en un archivo referente de la memoria gráfica de México, obtuvo la primicia del reportaje histórico que capturó a través de imágenes el principio del fin en la historia del Centauro del Norte, a quien este año el Gobierno de la Ciudad de México ha dedicado todo el 2023 para honrar su memoria y legado.
En este último reportaje, Gustavo Casasola evidenció la puesta en práctica del ideario político y social de Francisco Villa con su trabajo en la Hacienda de Canutillo y demostró que el Centauro del Norte cumplió con su parte del Pacto de Sabinas, firmado el 28 de julio de 1920, en el que se comprometió a deponer las armas.
Pancho Villa reconoció la gran labor del fotoperiodista y le mandó una carta a Agustín V. Casasola (fundador del Archivo Casasola y padre de Gustavo Casasola), agradeciéndole que le enviara un ejemplar de la revista en la que se publicó dicho reportaje. Esa carta es el cierre de este recorrido gráfico, el cual abre una ventana a la intimidad del retiro de Francisco Villa en los últimos años de su vida.
Gustavo Casasola Zapata fue testigo del nacimiento de la enorme colección de negativos y fotografías que hoy se conocen como Archivo Casasola, legado de una de las familias de fotoperiodistas más importantes del país, el cual, a partir de 1942 con la publicación de la Historia Gráfica de la Revolución, marcó su misión por difundir y divulgar la historia gráfica de México que se convirtió en una tradición familiar actualmente a cargo de Gustavo Casasola Salamanca, hijo de Gustavo Casasola Zapata y nieto de Agustín Víctor Casasola.
La muestra también es parte de un agradecimiento a la familia Casasola, quien ha dedicado su vida, tiempo y esfuerzo a la recolección de momentos históricos que se han posado en la memoria histórica de México y son piezas fundamentales para entender quiénes son las y los mexicanos.