El altiplano del desierto de Atacama, en el norte de Chile, es el lugar de la Tierra donde se produce la mayor radiación solar superficial del mundo, según un reciente estudio publicado en la revista científica American Meteorological Society.
Cercana al trópico de Capricornio y con una altura superior a los 5.000 metros sobre el nivel del mar, se caracteriza por unas condiciones climáticas predominantes sin nubes y con concentraciones relativamente bajas de ozono, aerosoles y agua precipitable.
Unas condiciones que convierten a una parte en concreto de ese vasto territorio, la meseta de Chajnantor, en un lugar único e ideal para estudiar la respuesta de las plantas solares fotovoltaicas y de nuevas tecnologías energéticas.
El estudio se inició en 2016, con la instalación de un observatorio atmosférico en esta meseta con la finalidad de analizar la variabilidad de la radiación solar superficial y detectar cambios en la composición atmosférica en el altiplano.
Cinco años de mediciones arrojaron que se trata de la región que recibe la mayor radiación conocida de la Tierra y con unas características únicas en lugares de gran altitud. Sus propiedades la hacen comparable a un verano en el planeta Venus, a pesar de que este se encuentra un 28 % más cerca del Sol.
Su proximidad con el Ecuador hace que la rradiación anual sea mucho mayor, al menos un 20 % más, que la de otras regiones de gran altitud, como la meseta tibetana, e incluso ligeramente superior que en la cima del monte Everest.
A pesar de lo que pueda parecer, los lugares más soleados no tienen por qué corresponderse con los más calurosos. De hecho el lugar donde se ha registrado la temperatura más elevada hasta la fecha, por encima de los 70 grados centígrados, se encuentra en la otra punta del planeta, en el desierto de Lut, en Irán.